En medio de escombros, pedazos de lápidas, basura, panteones que no parecen tumbas y un fuerte olor hediondo surgen restos humanos. El escenario macabro retrata el caos sanitario del cementerio de Vitoria de Santo Antao, en el agreste brasileño y que se agrava con la pandemia del coronavirus.
Las decenas de cadáveres, como constató Efe, están amontonados dentro costales en el fondo del cementerio, al aire libre, tapados con lonas plásticas en condiciones precarias y con algunas partes expuestas que se salen de su envoltura, como quijadas y manos en un cuadro que más parece de una película de horror.
Fuente: Efe