La denuncia fue por “malos tratos, humillación y violencia”. “No nos sorprende, porque muchas veces lo hemos escuchado y acompañado, incluso alentando a que hagan las denuncias mujeres como hombres. Esta joven sufrió discriminación y se podría encuadrar en violencia de género”, indicó la fiscal Avilés.
Recalcó que “fue maltratada físicamente, de palabra y psicológicamente. La Policía debe investigar y sancionar si corresponde, porque los jóvenes buscan una posibilidad laboral, y terminan siendo humillados”.
Según publica Jornada, Avilés enfatizó que a la aspirante la hicieron arrastrar y lastimar, hasta terminar en el Hospital.
En tanto, Cárdenas dijo que hay muchas personas en esta situación, y “mi clienta se animó a denunciar”, advirtiendo que no dan el nombre para que no sea revictimizada y evitar la estigmatización de aspirantes que ven truncos sus sueños de tener una salida laboral.
En referencia a la aspirante afectada, la abogada repasó la modalidad de la inscripción por redes sociales, y luego relató que no había fecha para el campamento. “Pero un día a las 22 fueron convocados vía telefónica, para que se presentaran al día siguiente en un lugar determinado, sin informarles para qué. Debían ir con buzo y zapatillas”, amplió. Los convocados eran 3 aspirantes a oficiales, y un grupo que aspiraba a agente de policía. A los primeros, les pidieron el certificado de aptitud física, que no lo tenían por la hora que habían sido llamados. No obstante los dejaron en la actividad. Les enseñaban cómo dirigirse a las autoridades entre otras conductas. Quienes se equivocaran, serían castigados. Los ejercicios comprendían cuerpo a tierra, salto de rana y arrastrarse. “A medida que se acercaban al instructor, éste se alejaba y los jóvenes tenían que seguir arrastrándose”. Según Cárdenas, su defendida fue la más expuesta y discriminada en el Centro. Era el 20 de febrero, la chica terminó muy angustiada, y la madre apeló a la consulta profesional. La llevó al Hospital para que se constaten las lesiones, principalmente en las rodillas, porque la hicieron arrastrar de manera desmedida.