El principal interbloque opositor aceptó correr las PASO a septiembre y las elecciones generales a noviembre, en el marco de la pandemia por el coronavirus, aunque interpuso una «cláusula» para evitar nuevas modificaciones.
La mentada cláusula establece: «La presente ley no podrá ser modificada ni derogada durante el año calendario en curso en tanto regula un derecho subjetivo de los partidos políticos, instituciones fundamentales del sistema democrático, a elegir sus candidatos a los cargos electivos previstos en la Constitución Nacional”.
Desde el principal bloque opositor argumentaron que «las reglas de juego y su previsibilidad deben contar con amplios consensos y son sagradas para la democracia».
Además, elevaron al Poder Ejecutivo la propuesta de implementar la Boleta Única de papel «ya que significa mayor transparencia, menos personas movilizadas en las elecciones, menos manipulación de papel, ahorro de transporte y menos miembros en el comando electoral».
También informaron que propusieron al oficialismo que se restablezca el voto adelantado para argentinos en el exterior y personal del comando electoral y la creación de una comisión de seguimiento del Proceso Electoral a fin de garantizar «un proceso electoral transparente».
La propuesta del Gobierno nacional de posponer las PASO y las elecciones ante el drástico aumento de casos de coronavirus fue llevada al Congreso por el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, quien mantuvo una reunión con los líderes de Juntos por el Cambio y otra con los titulares del resto de los bloques opositores.
El oficialismo se había llevado el aval de buena parte de la oposición, aunque hasta el día de hoy faltaba que Juntos por el Cambio oficializara su postura.