El flamante jefe de la Policía, señaló que apoya y reconoce el reclamo salarial del sector, porque el problema está con la situación del personal; «es real y nadie lo puede desconocer».
El flamante jefe de la Policía, comisario mayor Víctor Acosta, recordó su paso por la Cordillera, a cargo de la Unidad Regional Esquel el año pasado en plena pandemia. “Fue una experiencia bastante compleja. Pero llevamos la situación lo mejor posible”, acotó.
Afirmó que la Cordillera no es una zona conflictiva con relación al resto de la provincia. Una situación se está dando en la Comarca Andina, que se comparte con El Bolsón, que si bien pertenece a Río Negro, la problemática es compartida sin tener en cuenta el límite interprovincial.
Citó problemas como usurpaciones, y por estos días lo sucedido en el Lof Quemquemtrew asentado en Cuesta del Ternero, con la muerte de un joven mapuche, y con heridas graves a otro. El jefe confirmó que los controles operacionales continuarán, y apuntan a reforzar el accionar de la Policía Comunitaria, para trabajar en resolución de problemas donde nacen, que es en el barrio, generalmente con conflictos familiares.
Acosta señaló que apoya y reconoce el reclamo salarial del sector, porque el problema está con la situación del personal; “es real y nadie lo puede desconocer”. Pero, planteó su desacuerdo con ciertas actitudes que se dieron en la Jefatura mientras se negociaba la cuestión salarial. “Eso está fuera de lugar y lastimó la imagen institucional, con un daño importante a la disciplina interna”.
Recordó los reclamos de la policía en agosto del 2012, con Esquel teniendo un gran protagonismo con marchas permanentes por las calles. “Al año siguiente me hice cargo de la Seccional Segunda, y no fue grato lo que encontré, pero con otros oficiales transmitimos que llegábamos con otra idea, para trabajar en pos de limar las asperezas”. Sigue pensando lo mismo, y ahora tiene mayor responsabilidad, pero el objetivo es “ayudar a mis compañeros”.