La pandemia por el coronavirus había empezado a dar una tregua en la Argentina cuando los casos de pacientes con COVID-19 pasaron a ser menos de 5.000 por semana. Pero desde octubre el número de casos en el país ya lleva más de 8 semanas en ascenso sostenido con el predominio de la variante Delta del coronavirus. Ahora se suma la amenaza de la preocupante variante Ómicron, que ya se detectó en pacientes de 57 países en menos de un mes, incluyendo un caso de un viajero en la Argentina que no tuvo síntomas y permanece aislado.
El Ministerio de Salud de la Nación y el Consejo Federal de Salud ya tomaron medidas para resguardar a la población contra la variante Ómicron, pero expertos en virología, inmunología e infectología que fueron consultados señalaron que podrían ser insuficientes. Esa variante sería más transmisible que las anteriores, y los expertos coinciden en que hoy lo mejor es acercarse a recibir las dosis y estar completamente inmunizado antes que estar desprotegido sin las vacunas.
“Hay que testear y aislar. Usar el barbijo siempre. Los ambientes deben estar permanentemente ventilados y hay que evitar las reuniones en lugares cerrados. Ómicron ya está en todos lados. Y hay que esperar los resultados, que ya comenzaron a aparecer sobre si las vacunas siguen siendo efectivas. Todo indica que no será peligrosa para las personas ya vacunadas. Pero hay que esperar los resultados de las investigaciones en marcha”, dijo la doctora Alejandra Tortorici, investigadora argentina en virología en el Instituto Pasteur de Francia y en la Universidad de Washington en Estados Unidos.
Desde el inicio de la pandemia en el país en marzo del año pasado, se han reportado más de 5,3 millones de casos confirmados de COVID-19 en la Argentina. Han fallecido más de 116.000 personas por esa enfermedad. La segunda ola había empezado en marzo pasado con el predominio de la variante Gamma del coronavirus y empezó a retroceder desde fines de junio. En la primera semana de octubre se reportaron solo 874 casos de COVID-19 como promedio semanal. En cambio, en la primera semana de diciembre, la cifra creció a 2.033 casos de COVID-19. Es decir, hubo un aumento del 133% durante los últimos dos meses, y la variante Delta pasó a predominar en la mayoría de los casos que se diagnostican en el país, en base a los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación.
Hasta ahora, el aumento de los casos de COVID-19 en la Argentina no se tradujo en un aumento abrupto de las internaciones en terapia intensiva como había ocurrido tanto durante la primera el año pasado como durante la segunda ola este año. Los pacientes internados diariamente en unidades de terapia intensiva habían llegado a un mínimo de 570 como promedio semanal y la semana pasada se contabilizaron en 636, según el análisis de datos del físico Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham. Un cambio que implicó un aumento del 12% en las internaciones en terapia después de las semanas de descenso.
En este momento, entre las 24 jurisdicciones que conforman la Argentina, hay 2 que tienen un riesgo epidemiológico alto: Tucumán y Ciudad de Buenos Aires. Tienen una incidencia mayor de 150 casos por cada 100.000 habitantes durante las últimas dos semanas. Además, otras 17 jurisdicciones han pasado a tener un riesgo medio. Dentro de ese nivel de riesgo, se destacan por el aumento de casos la provincia de Buenos Aires, Neuquén y Río Negro. (Infobae)