El Ministerio de Salud de Neuquén confirmó tres casos de triquinosis en vecinos de la capital provincial y activó una investigación que derivó en un hallazgo preocupante: chorizos contaminados en dos carnicerías.
La detección se produjo después de reconstruir la cadena de consumo de personas que habían compartido reuniones familiares. “Los comercios presentaban serias deficiencias en sus procesos”, informaron desde el área sanitaria.
Las muestras analizadas revelaron la presencia de Trichinella spiralis, el parásito responsable de la enfermedad. Otras tres personas permanecen bajo evaluación y se estima que unas 20 estuvieron expuestas, aunque ninguna presentó cuadros graves.
El municipio clausuró de manera preventiva los locales y decomisó toda la mercadería. “El local carecía de registros de producción y trazabilidad”, señalaron los inspectores, quienes advirtieron una “zona gris” que apunta al ingreso de carne de origen clandestino.
La situación sorprendió a las autoridades, ya que el origen del brote no provino de venta callejera, sino de un comercio habilitado que exhibía documentación parcial de sus proveedores y no pudo justificar el origen del resto de la carne utilizada en la elaboración.




