El Ejército israelí confirmó este miércoles la identidad del penúltimo rehén fallecido cuyos restos permanecían en la Franja de Gaza.
Se trata del ciudadano tailandés Suthdisak Rinthalak, de 43 años, quien fue secuestrado y asesinado durante los ataques del 7 de octubre de 2023. Su cuerpo, que estaba en manos del grupo palestino Yihad Islámica, fue devuelto a Israel la víspera. Con esta identificación, solo queda por recuperar el cuerpo del policía israelí Ran Gvili, un paso clave para avanzar en el frágil acuerdo de tregua.
La historia de Rinthalak: de trabajador agrícola a víctima del conflicto
Suthdisak Rinthalak emigró desde Tailandia a Israel en 2017 en busca de oportunidades laborales. Se estableció para trabajar en la agricultura, específicamente en granjas cerca de la frontera con Gaza. Su vida cambió trágicamente el 7 de octubre de 2023, cuando militantes de Hamas y otros grupos palestinos lanzaron una ofensiva masiva en territorio israelí. Durante ese ataque, Rinthalak fue asesinado junto a otros trabajadores extranjeros. Su cuerpo fue trasladado posteriormente a la Franja de Gaza, donde permaneció hasta ahora.
Las autoridades israelíes informaron oficialmente a su familia en Tailandia sobre la repatriación de sus restos. La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu expresó sus condolencias y anunció que iniciarán los trámites para su entierro en su país de origen.
El estado del acuerdo: a la espera del último cuerpo para una nueva fase
La devolución de Rinthalak representa un avance significativo dentro del complejo acuerdo de tregua. Según lo establecido, Hamás se comprometió a devolver los cuerpos de 28 rehenes fallecidos. Con la identificación de Rinthalak, ya se han cumplido 27 de esos 28 compromisos.
La recuperación del último cuerpo, el del agente de policía Ran Gvili, es ahora el objetivo inmediato. Las autoridades israelíes han insistido en que «Hamás debe cumplir con sus obligaciones con los mediadores y devolverlo». Una vez que esto suceda, se considerará cerrada la primera fase del acuerdo. Esto permitiría el inicio de una segunda etapa, que abordaría cuestiones más complejas y espinosas, como el desarme de grupos militantes en Gaza y la formación de un gobierno de tecnócratas para administrar el territorio.
Este proceso diplomático ocurre mientras la población civil en Gaza enfrenta una crisis humanitaria extrema, con la llegada del invierno agravando las condiciones en campamentos de desplazados donde, según informes, gran parte de las tiendas ya no son aptas para refugio.
La identificación de Suthdisak Rinthalak cierra un capítulo doloroso para su familia y su país, pero subraya la fragilidad del proceso de paz. La atención internacional ahora se centra en la devolución del último rehén, un acto que podría determinar si la tregua se consolida o si el conflicto, como temen algunos analistas, podría recrudecerse. Información extraída del medio DW.




