El próximo 2 de febrero se conocerá el veredicto final por uno de los casos más resonantes de los últimos años. Durante el juicio, la prueba forense fue clave.
Este lunes 2 de febrero llegará el veredicto, para uno de los casos que más interpelaron a la sociedad argentina en la historia reciente: la de Lucio Dupuy, el nene asesinado en noviembre de 2021 en La Pampa, ocurrido en el Tribunal de Santa Rosa.
Según trascendió, durante las audiencias se conoció el resultado de la autopsia que el especialista que lo realizó, con casi 30 años de profesión, calificó como algo que “nunca había visto”.
De acuerdo con el Ministerio Público Fiscal, representado en el debate por Verónica Ferrero, Mónica Rivero y Marcos Sacco, las imputadas “agredieron físicamente, en forma conjunta” a Lucio entre las 17.30 y las 19.40 del 26 de noviembre de 2021 en la casa en la que vivían en Santa Rosa, ocasionándole múltiples lesiones que le provocaron la muerte, luego de un período de agonía. Su madre y la pareja de la misma habían dicho en el centro médico que al que lo llevaron ya moribundo que un ladrón había entrado a su casa y había golpeado al chico: era mentira.
Según trascendió, al momento de escuchar el resultado de la autopsia por parte del forense especializado Juan Carlos Toulouse, tanto la madre del menor asesinado como su pareja decidieron dejar el recinto y no escuchar los detalles. El forense explicó que Lucio sufrió abuso sexual antes de morir, presentaba signos de “feroz golpiza y lesiones en varias partes del cuerpo”. La fiscalía lo citó a declarar y detalló que presentaba signos de abuso sexual de “reciente y vieja data y un fuerte golpe que le afectaba la cadera, el glúteo y la pierna, con una data de 7 a 8 días”.
“Hubo una agresión puntual que le provocó la muerte. No hablo de todo lo que tenía por respeto al nene y a la familia pero tengo 27 años de forense y 5 en La Plata. He visto nenes y traumatismos, pero esto así no lo vi nunca”, agregó poco después.
La causa de la muerte, se logró determinar, fue por una hemorragia interna de los golpes que recibió. También presentaba signos de abuso sexual, mordidas y quemaduras de cigarrillos.
Sobre Magdalena Espósito pesa la causa por “abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias con acceso vía anal con un objeto: agravado por haber sido cometido por la madre; en concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de edad; como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por el vinculo, por ensañamiento y alevosía”. Sobre su pareja, pesan los mismos cargos excepto por el agravante del vínculo. Podría recibir una pena perpetua.