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Las ventas por el Día de la Madre 2023 en los comercios minoristas pymes descendieron un 3,2% en comparación con el año anterior, ajustadas a precios constantes.

La situación económica por la dinámica de precios generó que los consumidores optaran por regalos más económicos. Este resultado no generó sorpresa ya que la mayoría de los comercios esperaban una jornada tranquila.

La baja rentabilidad que tiene hoy el comercio dejó poco margen para realizar promociones y sólo el 50% de ellos realizó alguna. El ticket promedio de venta fue de $20.529, monto que se ubica un 133% por encima del año pasado, quedando por debajo de la inflación anual (138,3% anual en el periodo octubre 2022-septiembre 2023).

En cuanto a los rubros, cuatro de los seis sectores relevados registraron caídas interanuales en sus ventas mientras que sólo dos crecieron. La mayor retracción ocurrió en Equipos periféricos, celulares y accesorios que disminuyeron 13,1% frente al Día de la Madre del año pasado. El que más subió fue Indumentaria con 20%.

Así surge del relevamiento realizado por CAME hasta la noche del 14 de octubre hasta en 246 comercios del país.

Análisis sectorial

Calzado y marroquinería: las ventas aumentaron 9,8% frente al Día de la Madre 2022, medidas a precios constantes. Muchos empresarios consultados señalaron que se vendió bastante bien.

Cosméticos y perfumería: las ventas declinaron 0,9%, siempre frente a la misma celebración del año pasado, medidas a precios constantes. Los empresarios consultados mostraron cierta decepción porque el rubro se movió dinámicamente jueves, viernes y sábado, pero a la hora de realizar el balance, el resultado fue peor que en 2022.

Electrodomésticos, artefactos de hogar y equipos de audio y video: las ventas retrocedieron 6,4%, también a precios constantes. Principalmente tuvieron salida productos como auriculares, parlantes, y pequeños electrodomésticos como planchitas de pelo, secadores de pelo o depiladoras láser.

Equipos periféricos, accesorios y celulares: el desplome fue del 13,1% frente a la misma fecha del 2022. Algunos comercios hicieron descuentos generosos, pero, aun así, se vendió poco. Hubo quejas por faltantes de mercaderías.

Indumentaria: las ventas crecieron 20% a precios constantes frente al 2022. Si bien se compara contra un año muy flojo (en el Día de la Madre del año pasado había caído casi 15%) fue uno de los rubros más elegidos para regalar.

Librería: las ventas cayeron 9,6%, siempre a precios constantes y en comparación al Día de la Madre del año pasado. Las empresas hicieron muchas promociones y difusión para salvar la fecha, pero no fue un producto muy elegido este año a pesar de ser un regalo económico en relación a otros. El ticket promedio por compra fue de $9.375.

Pasaron 1.227 días desde aquella madrugada en la que a Fernando Báez Sosa lo mataron a golpes afuera de un boliche en Villa Gesell, y tan solo 112 días desde que condenaron a los rugbiers que lo asesinaron.

Graciela Sosa, madre del joven, compartió una publicación en el que el dolor aún se hace presente, a pesar del tiempo transcurrido y la condena a los responsables.

«Cuánta tristeza tengo en mi corazón. Es muy difícil estar sin tu compañía. Te extraño tanto, mi amor, que no sé qué hacer con esta vida sin sentido», escribió junto a una foto de Fernando.

“Muchas veces miro sus videos para escuchar su voz, y mis lágrimas caen lentamente mientras me pregunto por qué nos sucedió esto”, agregó Graciela.

En cuestión de minutos, la publicación se llenó de comentarios de apoyo hacia la familia. Una joven escribió: «Fuerzas, Graciela. Él siempre los acompañará, deben ser fuertes. Siempre recuerdo su caso y, tristemente, estuve allí esa madrugada. Si a mí me duele y ni siquiera llegué a conocerlo, no me puedo imaginar lo que ustedes sienten. ¡Él siempre estará presente!».

Otra mujer dejó el siguiente mensaje: «Graciela, manténganse firmes en la fe. Fernando fue un ser de luz y los que creemos en la resurrección de Cristo sabemos que nos volveremos a encontrar con él. Que Dios les dé fuerzas hasta el final».

Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi que fueron condenados a prisión perpetua por el delito de «homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones leves».

En tanto, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi deben cumplir una pena de 15 años por ser considerados partícipes secundarios del hecho.

Próximamente la Justicia deberá resolver donde deberán seguir cumpliendo sus condenas tras finalizar el plazo para que estén en el Servicio Penitenciario Bonaerense.

La Municipalidad de Rawson, a través del área de Obras Públicas, avanza con los trabajos de reparación integral de la Plaza de la Madre, con el objetivo de recuperar el sector y de colocar allí las primeras letras corpóreas de la capital provincial.

El subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Mariano Ayup, dijo al respecto que «en la Plaza de la Madre se están colocando las letras corpóreas de Rawson hechas por el artista Carlos Canio Abraham», por lo que se reacondiciona el sector, y se realizó una base para afirmarlas.

Las tareas forman parte del plan de recuperación, mantenimiento y construcción de espacios públicos que lleva adelante la gestión del intendente Damián Biss.

En este caso, la construcción y colocación de las letras corpóreas de Rawson es el resultado de un trabajo que involucra también al Ente Mixto Rawson Turístico (Emratur).

Las letras corpóreas fueron presentadas en sociedad el último 14 de enero, por parte del artista Canio Abraham, que las entregó a la Municipalidad de manera formal, en un acto que contó con las presencias del intendente Damián Biss y del gerente del Emratur, Gustavo Zorrilla.

Las primeras letras corpóreas de Rawson se sumarán así a las que ya tiene Playa Unión, donde se inauguraron en octubre del año pasado en el sector contiguo al predio de Aquavida.

Los trabajos

Según precisó la directora general de Obras Públicas de Rawson, Mercedes Bagalciaga, en la Plaza de la Madre se repararon y construyeron en total 11 rampas de accesibilidad, en las intersecciones de la calle Don Bosco y la avenida San Martín.

Además, se retiraron unos 25 metros de cantero que se encontraban muy fracturados y sin posibilidad de reparación. «Esto permite una mejor visibilidad de las letras corpóreas», indicó la funcionaria.

De manera adicional «se reconstruyeron la vereda y cordones de dos de las esquinas intervenidas, en una de las cuales van a disponerse las letras», dijo. Y adelantó: «En lo que resta de la semana se realizarán trabajos de pintura y limpieza para finalizar la labor».

Máximo Thomsen, uno de los rugbiers condenados esta tarde a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa se descompensó al escuchar el veredicto del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores que, ante esta situación, interrumpió la lectura del fallo, dispuso que el joven reciba asistencia médica y que se retire el público del recinto.

Minutos después de las 13.23, los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia entendieron en un fallo unánime que Thomsen es uno de los cinco “coautores” del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.

Tras la descomposición de su hijo, Rosalía Zárate, increpó a los presentes y dijo: “Esto es todo una mentira, saquen a todos los periodistas, la puta que los pario. Tres años torturándolos. No me importa más nada”.

 

El próximo jueves 2 de febrero, a las 12 del mediodía, el país estará atento a lo que suceda en La Pampa. En los tribunales de Santa Rosa, los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora darán a conocer el veredicto con respecto al asesinato de Lucio Dupuy.

Su madre, Magdalena Espósito, y la novia, Abigaíl Páez, son las principales acusadas y enfrentan la posibilidad de una prisión perpetua. Las pruebas las comprometen y las chances de que sean condenadas son sumamente altas: las imágenes de la cámara de seguridad de una vecina, los chats, la hora de la muerte y la acusación por “crimen de odio” de la querella, son clave.

La autopsia

La más importante, quizás, de las pruebas presentadas en el juicio fue la autopsia. Estuvo expuesta por Juan Carlos Toulouse, el médico que realizó el estudio del cuerpo de Lucio, en la cuarta audiencia del debate oral.

Ante los magistrados, Toulouse reafirmó que el niño falleció a causa de una “feroz golpiza” y que presentaba “lesiones en varias partes del cuerpo”, según informaron fuentes judiciales.

Aseguró que había sido víctima de abusos sexuales “recientes y de vieja data”, al mismo tiempo que presentaba “un fuerte golpe que le afectaba la cadera, el glúteo y la pierna, con una data de 7 a 8 días”.

“Hubo una agresión puntual que le provocó la muerte”, según la autopsia. Al igual que Fernando Báez Sosa, Lucio tenía la suela de una zapatilla marcada en la espalda. Gracias a una pericia scopométrica, se determinó que el calzado le pertenecía a Abigaíl Páez, la novia de la madre.

El abuso sexual

Uno de los puntos más aberrantes expuestos en el juicio, tuvo que ver con el abuso sexual. El cuerpo de Lucio evidenciaba, según los especialistas, “signos compatibles con abuso sexual”. Pero no fue lo único.

En el allanamiento realizado a la casa de las imputadas, los investigadores se llevaron una serie de juguetes sexuales. Los estudios de ADN posteriores sobre esos elementos arrojaron que contenían rastros genéticos de la madre del nene, de su novia y también de Lucio.

Los mensajes de WhatsApp

Las conversaciones que tuvieron las imputadas a través de WhatsApp los meses previos al asesinato se convirtieron en una prueba esencial. Allí relataban los castigos que le propinaban al nene.

“Qué no se te vaya la mano que nos vamos a mandar una cagada”, fue uno de los mensajes que le mando la mamá de Lucio a su novia. “Estoy harta. Yo tengo que estar todo el día con este pendejo”, fue la respuesta.

Ante un episodio en el que Lucio vomitó, las imputadas hablaron entre ellas. “¿Cómo le pegaste? Ya van dos veces que vomita”. Luego de eso, la novia de la madre escribió: “No lo quiero ni ver; me amarga la vida”.

Los dibujos

Algunos días después del asesinato, la fiscalía de instrucción secuestró los dibujos que el nene había realizado en el colegio y los hizo analizar por especialistas. Las conclusiones fueron contundentes.

Una de las psicólogas, Lorena Roggero, dijo en el juicio que, mediante los dibujos, Lucio “gritaba su dolor”.

La psicóloga explicó que las personas dibujadas, no tenían ojos y que eso tenía que ver con la necesidad de Lucio de “no ver” la violencia familiar que sufría en su casa.

En el mismo sentido, los dibujos de Lucio, en su mayoría, no tenía parte inferior del cuerpo. Estaban dibujados hasta la cintura. Eso, según la especialista, en un signo claro del abuso sexual que sufría.

Las mentiras

Magdalena Espósito Valenti y Abigaíl Páez decidieron declarar en el juicio oral. Según cree la fiscalía, en base a las pruebas expuestas, mintieron alevosamente.

El 26 de noviembre por la noche, cuando Lucio Dupuy ya estaba muerto y era llevado por Abigaíl Páez al hospital, la mujer se cruzó con un hombre que intentó ayudarla. Era un vecino de la zona que intentó hacerle RCP al nene.

En esa oportunidad, el hombre le preguntó qué había pasado y la novia de la madre le respondió que habían “entrado ladrones” y que le “habían pegado” al chiquito.

Cuando tuvieron oportunidad de declarar en el debate oral, intentaron aclarar esa situación. “Yo nunca dije eso de manera oficial. Se lo dije al hombre que nos ayudó por vergüenza, para no contarle lo que había pasado”, señaló.

Además, entre las dos mujeres relataron cómo fue aquel día y aseguraron que fue una jornada “normal”. También señalaron que a las 19:40, Abigaíl llevó a Magdalena a su trabajo y ambas dejaron sólo a Lucio. “Lo despedí y él todavía estaba con vida”, declaró la madre.

Luego Abigaíl relató que volvió y le dio “unas pataditas en la cola” por un “moco” que se había “mandado Lucio” y que por eso murió.

Para la justicia, esto es lisa y llanamente mentira. Y esa presunción está apoyada, principalmente en la autopsia.

Los testimonios en el juicio

Fueron más de 100 los testigos que pasaron por la sala de audiencias, entre ellos el papá y los abuelos de Lucio. Algunos relatos llamaron mucho la atención porque desnudaron, aún más, el horror al que estuvo sometido el nene.

Una vecina contó que escuchaba los golpes, que llamó a la policía y nadie hizo nada.

Las madres de los amiguitos de Lucio contaron cómo quedaban asombradas, cada vez que la víctima era invitada a almorzar, por la cantidad de comida que ingería.

Los ingresos al hospital

Lucio Dupuy entró a distintos hospitales una cantidad de veces insólita para un nene de 5 años.

Entre finales del 2020 y su asesinato el 26 de noviembre del 2021, fue atendido decenas de veces. Las causas eran siempre las mismas: golpes y fracturas en su cuerpo.

El 15 de diciembre del 2020 el chiquito fue atendido en el Hospital Evita de Santa Rosa por traumatismos en miembro superior. Tres días después, volvió a ser atendido en el Hospital Molas por fractura de muñeca y mano.

El 22 de enero del 2021, fue atendido en una posta de salud del barrio Río Ateuel, nuevamente por un traumatismo en uno de sus brazos.

El 1 de febrero ingresó otra vez al Hospital Evita de Santa Rosa por traumatismos en el cuerpo. El 23 de marzo, volvió a entrar al Evita, esta vez por deformidad en un dedo a raíz de una fractura ósea.

Las fechas marcan la asiduidad con la que lo llevaban su madre y la novia de ella. Insólitamente, ningún médico sospechó nada.

Todos estos elementos, y más, son los que por estas horas analizan los jueces que deberán dictar sentencia el 2 de febrero a las 12 del mediodía.

La conversación se produjo cuando el nene aún vivía con sus tíos paternos, justo antes de que Magdalena Espósito se quedara con su hijo.

En febrero de 2020, Lucio Dupuy era feliz. En ese tiempo vivía en la casa de sus tíos paternos Maximiliano y Leticia, en el seno de una familia con mucho amor para dar. Hacía ya casi un año que estaba allí, en General Pico, La Pampa; por un acuerdo entre Magdalena Espósito, su madre, y Cristian Dupuy, su padre.

Como ella no tenía dinero para mantenerlo y él vivía en Luján por su trabajo, convinieron que lo mejor para el hijo de ambos era que se quedara con los tíos, según publica Infobae.

Aunque todo marchaba bien, de un momento a otro, Magdalena comenzó a pedir la tenencia de Lucio nuevamente. Quería que su hijo vuelva a vivir con ella a Santa Rosa. Para justificarlo, aseguraba tener trabajo estable, una casa y una novia. Su pareja, justamente, era Abigaíl Páez, quien ahora esta acusada junto a la madre de haber asesinado a Lucio el 26 de noviembre de 2021, cuando el pequeño tenía 5 años.

La mujer reclamaba al pequeño Lucio por vía legal, pero también hablando directamente con Cristian Dupuy. Una de esas conversaciones vía chat quedó registrada y fue expuesta en el juicio oral que terminó en diciembre y que este jueves tendrá su veredicto. A la luz de los hechos, los dichos de Magdalena Espósito en ese intercambio de mensajes resultan hasta cínicos.

“Yo te estoy hablando bien. A Lucio jamás le faltó la cuota alimentaria que yo te daba”, escribió Cristian en la conversación del 25 de febrero de 2020. La mujer le respondió: “Soy la madre, por eso sé muy bien que conmigo va a estar bien. Como cuando lo dejé con ellos (por los tíos), lo dejé porque sabía que iba a estar mejor que conmigo”.

En otra parte de la conversación, la imputada por asesinar a su propio hijo escribió: «Como ya le dije a Leti (la tía de Lucio), yo las cosas las quiero arreglar bien. Si ustedes se ponen en contra, es un tema de ustedes. Yo también estoy re tranquila de que Lucio va a volver conmigo. No tengo más nada que hablar. Suerte”. La charla no finalizó allí.

 Cristian Dupuy dio sus razones y peleó por su hijo, pero lamentablemente eso terminó ante las denuncias falsas que permanentemente hacía Magdalena Espósito y la jueza que homologó un acuerdo, sin hacer ningún tipo de estudio antes de entregarle a Lucio a madr

 “Magui vos firmaste papeles. El día que quieras a Lucio tenés que cumplir con las condiciones. Un trabajo estable, un hogar para Lucio y un montón de cosas más. No te va a ser fácil. Ellos (por los tíos) no te lo van a dar así como si nada. El nene no es un paquete para tenerlo de acá para allá”, escribió Cristian.

La respuesta de Espósito Valenti ahora suena un tanto macabra: “Justamente, (esos requisitos) yo ya los tengo a todos. Por eso, quiero que vuelva conmigo. Y en ningún lugar va a estar mejor que conmigo”. Cristian Dupuy le respondió: “Y, ¿cómo sabes que va a estar mejor? Él ya tiene sus cosas, su pieza, sus amiguitos de jardín. ¿Estás segura de que querés que Lucio pase por todo de nuevo?

 En la conversación no se dice mucho más, aunque el resto de la historia ya se conoce. La jueza Ana Clara Pérez Ballester homologó el 4 de noviembre de 2020, un acuerdo firmado por la madre de Lucio y la tía, Leticia.

Los tíos de Lucio habían sido padres de mellizas recientemente y estaban cansados de que cada vez que Magdalena y su novia Abigaíl visitaban a Lucio lo hacían con la policía por alguna denuncia falsa que realizaban. Por eso, y porque sentían que Lucio sufría ante esta situación, decidieron firmar y darle la tenencia. Creyeron que lo mejor para su sobrino era evitarle esas situaciones tan estresantes.

El acuerdo se firmó el 4 de noviembre de 2020. Exactamente, un año y 22 días antes de que Lucio sea cruelmente asesinado. Por ese delito, su madre y la novia llegaron a juicio presas. Este jueves será el veredicto y la pena en expectativa para el delito que se les endilga -tan extenso como grave- es prisión perpetua.

Graciela Sosa, madre de Fernando, dijo este miércoles que quedó demostrado que su hijo «fue asesinado de la peor manera» y que quiere que los ocho acusados «paguen, porque son unos asesinos, no tuvieron piedad y «no son humanos».

Graciela Sosa, madre de Fernando Báez Sosa, dijo este miércoles por la noche tras los alegatos de la fiscalía y del particular damnificado, que quedó demostrado que su hijo «fue asesinado de la peor manera» y que quiere que los ocho acusados «paguen, porque son unos asesinos, no tuvieron piedad y «no son humanos».

«Que no le tiemble la mano a los jueces cuando den la sentencia porque se lo merecen. Confío plenamente que se va a hacer justicia por Fernando», agregó Graciela.

La mamá dijo que se siente «conforme» con el pedido de la fiscalía y de sus abogados y que por su parte solo pide justicia para que su hijo «descanse en paz».

Por su parte, Silvino Báez, padre del joven asesinado, dijo que la de hoy «fue una jornada muy dura», aunque «todo quedó más claro», por lo que cree que «se va a hacer justicia».

«Les diría a los jueces que piensen en sus hijos cuando dicten sentencia», concluyó Silvino, quien agradeció el apoyo de todos los que los acompañan.

Fuente: Télam.

Una de las preguntas de todas las personas que siguen de cerca el caso es como llegó el nene a vivir con ellas. Este fue uno de los puntos destacados del juicio por el homicidio, que el 2 de febrero tendrá su veredicto.

Una de las preguntas que circulan los últimos días con respecto a Lucio Dupuy, es porqué el nene vivía con su mamá y la pareja de ella hace más de un año. 

Este, fue uno de los puntos destacados del juicio por el homicidio, que el 2 de febrero tendrá su veredicto. Para lograr entender por qué Lucio vivía con su madre y la novia de ella, sin ningún tipo de control por parte de la Justicia, es necesario remontarse a cuando sus padres se separaron.

En algún tramo de 2019, Magdalena Espósito Valenti y Cristian Dupuy decidieron poner fin a su relación. Ella estaba sin empleo y él trabajaba lejos de La Pampa, en Lujan, por lo que la tenencia de Lucio se convirtió en un tema de discusión. Sin embargo, de común acuerdo se decidió que el chico, que por entonces tenía apenas 3 años, viviera con sus tíos paternos en General Pico.

De esta manera, Lucio fue recibido por Maximiliano Dupuy y Leticia Hidalgo en el seno de su familia.

“Con sus tíos. Lucio era un nene feliz. Le gustaba vivir ahí y tenía mucho contacto con sus abuelos paternos. Cristian lo veía asiduamente y Magdalena sólo por videollamadas porque su economía no le permitía viajar de Santa Rosa, donde vivía, a Pico”, explica alguien que conoce la historia de cerca.

Con todos de acuerdo por la situación, se decidió que aquello por lo que se había optado de palabra, quede asentado en un expediente. Por eso, se formó una causa en un juzgado de familia que le brindó oficialmente la guarda a los tíos paternos de Lucio por un año. Esto fue en junio de 2019.

“Lo que acordó Magdalena era que, si bien la medida era por un año, Lucio se quedaría con sus tíos hasta que ella pudiera conseguir un trabajo estable y una casa para vivir con su hijo en la ciudad de Santa Rosa, a unos 150 kilómetros de Pico”, le explicó una fuente del caso a este medio algunos días después del homicidio.

La vida en familia y rodeado de afectos de Lucio comenzó a ver su final en enero del 2020, casi dos años antes de su muerte. En ese entonces, Magdalena reclamó nuevamente la tenencia de Lucio. Quiso que se fuera de al lado de sus tíos. Explicó en la justicia que había formado una pareja con una mujer llamada Abigaíl Páez y que había comenzado un “prometedor” emprendimiento de venta de tortas. También que había alquilado un departamento, por lo que estaba lista para recibir a su hijo en su nuevo “hogar”.

Magdalena consiguió el patrocinio de una abogada de La Pampa que la ayudó con el proceso en la Justicia de familia para pedir que el nene vuelva con ella. Pero, del otro lado, los tíos de Lucio no estaban dispuestos a entregar al menor.

El 5 de febrero de 2020, se generó un nuevo expediente en el Juzgado de la Familia y del Menor N° 1 de la Segunda Circunscripción Judicial, a cargo de la doctora Ana Clara Pérez Ballester, el expediente fue llamado “Esposito Valenti Magdalena c/ Hidalgo Leticia s/ cuidado personal”.

La primera audiencia de mediación para intentar llegar a un acuerdo se iba a producir el 13 de marzo del 2020 pero Leticia Hidalgo, la tía paterna de Lucio y quien siempre firmó en todos los expedientes, no pudo presentarse porque días atrás había sido madre de mellizos. Por ese motivo, se reprogramó ese encuentro judicial para el 1° de julio, plena pandemia, con una fuerte cuarentena y un sistema judicial ralentizado.

En la reunión de Julio, no se arribó a un acuerdo para la restitución de Lucio a su madre. “Lo que se hizo fue firmar un régimen de visitas los fines de semana cada 15 días. Magdalena podía ver al nene en Pico. Incluso podía buscarlo en aquella ciudad el viernes, llevárselo a su casa en Santa Rosa, y restituirlo el lunes a primera hora con los tíos”, cuenta alguien que presenció las reuniones.

Esas visitas cada 15 días que había homologado la jueza Pérez Ballester, fueron un fracaso absoluto. Sobre todo para Lucio, que con cuatro años fue testigo de una decena de momentos desagradables que incluían la presencia policial. “Cada vez que la madre iba a buscar al nene era todo un escándalo. Llamaba a la Policía y hacía denuncias de impedimento de contacto. Era una situación muy traumática para todos. Para los chiquitos y, principalmente, para Lucio”, dice una fuente allegada a la familia Dupuy.

El próximo 2 de febrero se conocerá el veredicto final por uno de los casos más resonantes de los últimos años. Durante el juicio, la prueba forense fue clave.

Este lunes 2 de febrero llegará el veredicto, para uno de los casos que más interpelaron a la sociedad argentina en la historia reciente: la de Lucio Dupuy, el nene asesinado en noviembre de 2021 en La Pampa, ocurrido en el Tribunal de Santa Rosa.

Según trascendió, durante las audiencias se conoció el resultado de la autopsia que el especialista que lo realizó, con casi 30 años de profesión, calificó como algo que “nunca había visto”.

De acuerdo con el Ministerio Público Fiscal, representado en el debate por Verónica Ferrero, Mónica Rivero y Marcos Sacco, las imputadas “agredieron físicamente, en forma conjunta” a Lucio entre las 17.30 y las 19.40 del 26 de noviembre de 2021 en la casa en la que vivían en Santa Rosa, ocasionándole múltiples lesiones que le provocaron la muerte, luego de un período de agonía. Su madre y la pareja de la misma habían dicho en el centro médico que al que lo llevaron ya moribundo que un ladrón había entrado a su casa y había golpeado al chico: era mentira.

Según trascendió, al momento de escuchar el resultado de la autopsia por parte del forense especializado Juan Carlos Toulouse, tanto la madre del menor asesinado como su pareja decidieron dejar el recinto y no escuchar los detalles. El forense explicó que Lucio sufrió abuso sexual antes de morir, presentaba signos de “feroz golpiza y lesiones en varias partes del cuerpo”. La fiscalía lo citó a declarar y detalló que presentaba signos de abuso sexual de “reciente y vieja data y un fuerte golpe que le afectaba la cadera, el glúteo y la pierna, con una data de 7 a 8 días”.

“Hubo una agresión puntual que le provocó la muerte. No hablo de todo lo que tenía por respeto al nene y a la familia pero tengo 27 años de forense y 5 en La Plata. He visto nenes y traumatismos, pero esto así no lo vi nunca”, agregó poco después.

La causa de la muerte, se logró determinar, fue por una hemorragia interna de los golpes que recibió. También presentaba signos de abuso sexual, mordidas y quemaduras de cigarrillos.

Sobre Magdalena Espósito pesa la causa por “abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias con acceso vía anal con un objeto: agravado por haber sido cometido por la madre; en concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de edad; como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por el vinculo, por ensañamiento y alevosía”. Sobre su pareja, pesan los mismos cargos excepto por el agravante del vínculo. Podría recibir una pena perpetua.

Este miércoles, al término de la octava jornada del juicio a los rugbiers, hablaron los padres de Fernando Báez Sosa.

Según informó Télam, Graciela Sosa y Silvino Báez, se mostraron tristes por el sufrimiento de su hijo.

Aseguraron que fue “muy doloroso ver la sangre» de su hijo por “todos lados”.

Cabe destacar que hoy , dos peritos confirmaron que encontraron ADN de Blas Cinalli en el cuerpo de Fernando y manchas de sangre en las zapatillas de Máximo Thomsen, correspondiente a un “presunto tejido humano”.

“Se ve que le atacaron de todas maneras, destruyeron todo el cuerpo de mi hijo”,dijo Graciela.

Por su parte, Silvino, agregó: “Tuve que ver las prendas de mi hijo, la camisa, ver toda la sangre que está toda manchada la ropa de los imputados. Siempre duele mucho ver eso. Nosotros tenemos muy presente a Fernando, en cada audiencia él está con nosotros. Ver la mancha de sangre por tanto golpe que le dieron es muy duro”.

Respecto a la posible sentencia, la madre de Fernando se mostró esperanzada. “Siento que cada vez estamos más cerca de la justicia. Las pruebas son contundentes. Todos coinciden. Solo espero que les den la pena máxima”.

Al ser consultada por los chats de los rugbiers,aseguró que: “Anoche he pasado una noche difícil porque no puedo sacar de mi mente la palabra ‘caducó’. También cuando decían que festejarían con vinos y flores. Es un dolor muy fuerte escuchar todo eso. Pero acá estoy fuerte gracias a todos ustedes que me vienen a acompañar y sé que lo van a estar hasta el último momento. Esto no puede quedar sin justicia. Porque han matado, han asesinado a un inocente que solo quiso salir a divertirse con sus amigos, con su novia”.

El agradecimiento a los ciudadanos de Dolores

Silvino, se tomó un momento para agradecer las muestras de apoyo en la localidad, donde se desarrolla el juicio.

 “Toda la gente de Dolores y los que están cerca nos apoyan. Nos nutrimos mucho de eso para seguir adelante. No es fácil para nosotros ver que te muestren cómo le dieron patadas, en qué lugar. Es nuestro hijo, es un pedazo nuestro”, sostuvo.

Asimismo, fue consultado por una posible declaración de los jóvenes imputados. Sin embargo, aseguró que “ya pasaron tres años y nunca hablaron. Que hablen ahora o mañana no va a cambiar nada. Las pruebas ya están”.

“Nosotros no esperamos nada. Solo esperamos el regreso de mi hijo y nunca regresóNo soy rencoroso ni quiero venganza. Espero que algún día podamos charlar”, cerró el padre de Fernando Báez Sosa.