El director de Narcocriminalidad de la Policía Federal Argentina aseguró que, si bien el capo narco Lindor Alvarado pensó que la fuga en helicóptero del penal de Ezeiza que pretendió llevar a cabo el viernes último «era posible», las condiciones de seguridad que cuenta la Unidad Penitenciaria lo hubiese impedido, y afirmó que el acusado ya fue trasladado a «otro módulo» carcelario con mayores medidas de seguridad.
Se trata del comisario inspector Guillermo Cidre, jefe de Narcocriminalidad de la PFA, quien explicó en declaraciones radiales que Lindor Alvarado «venía planeando ejecutar un plan de fuga desde hace aproximadamente seis meses», y dijo que el capo narco «evidentemente pensó que eso era posible».
Fuentes judiciales, en tanto, confirmaron a Télam que Alvarado fue indagado por el delito de «evasión en grado de tentativa» por el juez federal de La Plata que tiene a su cargo la causa, Ernesto Kreplak, y negó haber participado de los hechos.
También fueron indagados por «facilitación de evasión y asociación ilícita» los otros dos sospechosos detenidos en el marco de la investigación, Andrés Donnet, quien dijo ser inocente y dio su versión de lo sucedido; y Gianluca Orpianesi, alias «Gringuito», quien se negó a declarar.
«Todas las audiencias se llevaron a cabo de manera virtual», agregó a Télam la fuente consultada, que confirmó que aún permanece prófugo un sospechoso, apodado «Lobo».
Por su parte, el jefe policial Cidre brindó detalles del plan y confirmó que dentro de la estructura para llevar a cabo el rescate del capo narco se contempló la compra del helicóptero Robinson 44 Raven importado desde Paraguay, el ploteo de la aeronave, el pago a un piloto experimentado y la participación de otras personas que lo esperarían en las afueras.
«A esta gente se le ocurrió una fuga de película», dijo el jefe policial en declaraciones al programa radial «El primero de la mañana», de LT8.
Sin embargo, el director de Narcocriminalidad puso en duda el éxito del plan de rescate, al asegurar que «el complejo penitenciario número uno de Ezeiza tiene una muy buena seguridad» y puso en énfasis los «puestos de vigilancia en altura» que pudieron haber evitado la fuga.
De acuerdo a las tareas de inteligencia realizadas por el personal policial, que trabajó bajo las órdenes de la Procunar, a cargo del fiscal Diego Iglesias y de su secretario Matías Álvarez, y de la fiscal Cecilia Incardona, la hipótesis del plan «era que el helicóptero despegue de un hangar en la ciudad de Gualeguaychú, se aproxime a la zona del Aeropuerto (de Ezeiza), en ese momento iba a recibir las coordinadas para la aproximación al lugar de actividades deportivas de la unidad residencial (del complejo penitenciario) y, una vez allí con Alvarado rescatado, dirigirse a General Rodríguez».
El jefe policial afirmó que el helicóptero fue secuestrado en un predio de esa localidad del oeste del conurbano y quedó a disposición del juez federal Kreplak, quien dispuso una serie de peritajes en busca de rastros.
Alvarado, en tanto, estaba alojado en la Unidad Residencial 3 en el Pabellon E, y luego del frustrado intento de fuga «fue trasladado a otro módulo más seguro que el anterior».
El hecho fue descubierto el pasado viernes, cuando los investigadores de la Policía Federal frustraron el intento de fuga tras una investigación que había comenzado a principios de este mes.
Es que el 2 de marzo pasado, un testigo de identidad reservada declaró ante el Ministerio de Seguridad nacional y aportó detalles sobre el plan que venía ideando Alvarado, uno de los capos narcos más importantes del país, líder de una organización enfrentada a «Los Monos» de Ariel Máximo «Guille» Cantero en Rosario.
A partir de entonces, los detectives de la PFA lograron acceder al teléfono celular que utilizaba el capo narco dentro de su pabellón y, mediante un sofisticado programa tecnológico, «clonar» su chat de Whatsapp y el de su interlocutor.
De acuerdo a lo que lograron obtener los pesquisas, en base a ese intercambio de mensajes de Alvarado con un hombre apodado «Lobo», los investigadores establecieron que la idea era llevar a cabo el rescate el viernes 3 de marzo, o sea al día siguiente de la denuncia realizada por el testigo ante el Ministerio a cargo de Aníbal Fernández.
Ese operativo de rescate del 3 de marzo se frustró, porque ese día, tres jueces de jurisdicciones distintas ordenaron la realización de distintos allanamientos en la cárcel de Ezeiza y del penal de Rawson, en el marco de operativos vinculados a la narcobanda «Los Monos», ante la sospecha de que desde el penal se organizaban balaceras y delitos vinculados al narcomenudeo.
La idea se reflotó el pasado viernes, pero los pesquisas de la PFA y del SPF ya estaban al tanto de los movimientos.
Cidre confirmó que ese día se realizó una requisa en la celda de Alvarado y se lo dejó detenido, y que luego en otros allanamientos fueron detenidas otras dos personas, una oriunda de la ciudad de Rosario y otra de Gualeguaychú, en Entre Ríos.
Fuente: Télam.