Cristina Kirchner habla este jueves en el Teatro Argentino de La Plata en el marco del lanzamiento de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner (EJNK), en un acto que genera mucha expectativa en la militancia por una posible definición electoral.
En el comienzo de su discurso, la Vicepresidenta recordó la fecha: «Pensaba dar una clase magistral, pero me parece que va a ser algo más que eso, no se hagan los rulos. Va a ser con experiencia de vida. Hoy hace 20 años estabamos en Santa Cruz y a esta hora comenzaban a llegar los testimonios. Más tarde nos avisaban que habíamos ingresado en la posibilidad de la segunda vuelta y, con la situación del país, a la presidencia de la República Argentina».
«En esta Argentina circular, figuras y hechos del pasado quieren instalarse en el presente para condicionarlo y condicionar el futuro. Estamos en ese raro momento en el que el pasado se torna presente y tal vez frustre el futuro«, sostuvo.
«Nunca hay que enamorarse de algo y creer que es la salvación de todo. Creer que por tener Vaca Muerta estamos salvados…Cuando uno no tiene el valor agregado, la materia prima está sujeta a las volatilidades», expresó.
A su vez, Cristina Kirchner hizo referencia al debate que surgió en las últimas semanas sobre la dolarización de la moneda, propuesto por el libertario Javier Milei.
«Fue la dolarización de la economía no extrema, en la que un peso era un dólar. Hubo que capturar todos los plazos fijos y se entregaron bonos en el Plan Bonex que se pudieron cobrar 10 años después. En virtud de ese plan, el señor de ojitos claros pudo anunciar el plan de la convertibilidad, que fue sostenida por los dólares que entraron de las privatizaciones y cuando se acabaron los dólares de las privatizaciones con los dólares del endeudamiento que la nación tomaba para que la base monetaria estuviera respaldada por dólares. Eso no duró, obviamente».
«Comenzó a destruirse el aparato industrial, la desocupación y cayó el precio de las materias primas. Y explotó todo. La gente salió a la calle, muertos, violencia, represión. Esta es la historia de la convertibilidad en la Argentina, que es la historia de la dolarización», señaló.
«Nos vienen a decir que lo que fracasó años atrás puede ser la salvación», remarcó y agregó: «El discípulo del señor de ojitos claros y los dirigentes del otro sector político también eran los funcionarios que la gente les decía ‘que se vayan todos’. El jefe de gobierno de la Ciudad estaba a cargo del PAMI, integraba el grupo sushi junto a la que era ministra de Trabajo, que habían descontado el 13% a jubilados y trabajadores estatales», afirmó Cristina Kirchner sobre Javier Milei, Horacio Rodríguez Larreta, y Patricia Bullrich.
Además, fue crítica y remarcó que «las políticas enlatadas del FMI no han dado resultado en ningún lado»: «Por primera vez trabajadores en relación de dependencia, pobres. Con posterioridad a la pandemia la actividad económica, creció. Y el empleo que se generó, fue un empleo más precario, más informal, con mucho monotributo. No es de la calidad del empleo que se generaba antes, el modelo no es el mismo, no tiene absolutamente nada que ver con aquel modelo que generaba desocupación, desindustrialización», indicó Cristina Kirchner sobre la situación del país.
«El acuerdo es inflacionario porque es una política enlatada, que se aplica como receta monotemática a todos los países. Fijensé como se dispara la inflación a partir de la firma del acuerdo, cuando se pierden herramientas. La tasa de devaluación tiene que acompañar a la inflación, en un país con economía bilateral como el nuestra, el principal causante de la escalada de los precios es la variación del dólar», señaló.
En ese contexto, afirmó: «Se quieren aplicar políticas del FMI que no han dado resultado en ningún lado. No hay un modelo exitoso».
La Vicepresidenta dijo que no estaba puesto en discusión el hecho de pagar a la entidad financiera, sino lo que hay que discutir las condiciones: «Debemos discutir que los pagos al FMI estén atados como un porcentaje al superávit comercial. Porque los únicos dólares que nos producimos nosotros son los del superávit comercial», precisó.
También habló de la situación tributaria de los empresarios: «Del impuesto a las ganancias que deben pagar el 65%, las grandes empresas pagan 2,45%. ¿Cómo? Por un lado, el reconocimiento por ley del ajuste de inflación. Cuando pagan al año siguiente deflactan las ganancias por inflación y le indexan los gastos. El segundo mecanismo que se utiliza es el reconocer como un quebranto los gastos indexados al año siguiente. Miren que fenomenal negocio, así es imposible que pierdas», detalló Cristina Kirchner y planteó: «No es una crítica a los empresarios, pero tenemos que sentarnos en una mesa para ver cuánto pone cada uno».
«Si el que recauda es el Estado para infraestructura o de salud, le deflactan e indexan las ganancias, va a haber un déficit crónico», completó y aseguró: «Estoy convencida de simplificar o eliminar tributariamente. Basta del slogan del déficit fiscal».
Por otro lado, se refirió a la corrida cambiaria que tuvo lugar en los últimos días: «Esta semana tuvimos y todavía tenemos hoy lo que se han denominado corridas bancarias. Nosotros tuvimos seis corridas en el primer mandato y cinco en el segundo. No se enteró nadie porque el Banco Central interviene en la administración del tipo de cambio. Esto no se podía hacer hasta esta semana cuando se tomó la decisión de hacerlo porque el acuerdo con el FMI prohibía que el Banco Central interviniera en el mercado cambiario para evitar una corrida».
En relación con la situación actual de la Argentina, afirmó: “Cuando no hay regulación, tenemos una formación de activos en el exterior importante y cuando hay regulación tenemos brecha cambiaria. Todo por la dolarización de hecho en la Argentina. Es entonces cuando digo que es necesario que todas las fuerzas nos sentemos… Estoy hablando de tener un acuerdo para que el país funcione y que no sea un parto cada elección y que no sea un drama cada movimiento cambiario en la República Argentina, agravado todo esto por el FMI”.
Por último, Cristina Kirchner hizo referencia al intento de asesinato en 2022: «La única dirigente que fue condenada, perseguida, proscripta e intentada asesinada es una sola y no quiero ser autoreferencial. Cuando hablan esos de la casta… ¿de qué tiene miedo si nunca pasó miedo? Caraduras».
«No quieren investigar porque tienen compromiso con sectores empresariales. Tengo miedo porque mis nietos peudan crecer en un país tan injusto. A eso le tengo miedo. Yo ya viví y di lo que tenía que dar», remarcó.
«Tengo y siento un amor infinito hacia nuestro país. Creo que tenemos la obligación de dar debate. Cuando les dije en Avellaneda que sacaran el bastón de mariscal, estaba bien. Pero no le demos con el bastón en la cabeza a otro compañero, tenganlo claro, sino para poder ayudar a pensar una sociedad diferente y ver cómo podemos contribuir a un futuro mejor. Créanme, necesitamos un programa de gobierno«, concluyó la Vicepresidenta.