Se llama Guillermo Söhnlein y fue uno de los fundadores de OceanGate, compañía responsable de la creación del Titán, que implosionó en el océano. La seguridad era un factor clave para ellos.
«La seguridad siempre fue nuestra prioridad», dijo Guillermo Söhnlein. Se trata de un argentino que fue cofundador de OceanGate, la empresa que desarrolló el submarino «Titán» que implosionó en su viaje para descender en el Atlántico norte hasta 3.800 metros de profundidad, el sitio en donde reposan los restos del Titanic.
Dijo que esos mismos preceptos eran válidos para Stockton Rush -CEO de la empresa y una de las víctimas- y que por eso decidió asociarse con él en 2009.
Habló básicamente para respaldar a su amigo y desmentir algunas de las afirmaciones de estas horas, en especial las referidas a los criterios de seguridad.
Guillermo Söhnlein ya había advertido que podría presentarse un hecho como lo que todos los expertos dicen ocurrió en este trágico final para Titán y sus 5 ocupantes. Es por eso que al apoyar a la figura de su amigo, dijo que el submarino tenía los mecanismos especiales para volver a la superficie ante la menor emergencia.
«La prioridad, en un caso inesperado, es que el piloto saque el submarino a la superficie. Siempre he pensado que eso es lo que Stockton habría hecho», aseguró Guillermo.
Quién es Guillermo Söhnlein
Nació en 1966 y es porteño. Emigró a los Estados Unidos en 1972 con su familia y se estableció en San José, California. Se naturalizó ciudadano norteamericano en 1986. Tres años más tarde, logró graduarse como economista en la Universidad de California en Berkeley. En 1995 se doctoró en Jurisprudencia de la Facultad de Derecho Hastings de la Universidad de California, San Francisco.
Hizo una curiosa pausa en sus estudios para servir como «marine» entre 1995 y 1999 y llegó a obtener el rango de capitán.
En 2009 se unió a Stockton para fundar OceanGate y se retiró de la firma en 2013. Söhnlein no participó del diseño del submarino Titán.
Söhnlein: «Stockton, mi cofundador y amigo»
«Nuestras expediciones científicas anuales al Titanic son su creación, y él es un apasionado de ayudar a los científicos a recoger datos sobre el naufragio y preservar su memoria», dice en un mensaje por las redes sociales. Lo publicó horas antes de que se confirmara la desgraciada noticia de la implosión y la pérdida de las cinco vidas humanas que viajaban en el submarino «Titán». Hasta ese momento, seguía esperando que fuera posible salvarlos.
«Entregué la compañía a Stockton en enero de 2013, y él ha liderado su éxito durante la última década. Durante este tiempo, ha sido no solo CEO, sino también el diseñador principal de nuestros submarinos Cyclops y Titán y nuestros innovadores sistemas de lanzamiento/recuperación/transporte (LRT)», reveló en su nota. Luego explica por qué también descendía a las profundidades del océano: «Ha servido como nuestro piloto de pruebas jefe».
En esta afirmación también se basa para demostrar que Stockton no hubiese expuesto su propia vida para evitar medidas de seguridad. Stockton admitió «quebrar reglas para usar titanio y fibra de carbono, pero dijo que fue con la aprobación de científicos calificados».
Algo falló en la necesidad por innovar
La investigación judicial del caso ahora deberá determinar si realmente el submarino -que había hecho muchos otros viajes similares anteriormente- cumplía o no con los parámetros autorizados para su construcción.
«Era muy diligente a la hora de gestionar los riesgos y muy consciente de los peligros de operar en un océano profundo», aseguró el argentino. Seguramente será uno de los testimonios importantes en la investigación que ya está en marcha.