La Corte Internacional de Justicia escucha los alegatos de Ecuador y México sobre el caso del exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, quien recibió asilo en México. La demanda presentada por Ecuador acusa a México de violar una serie de obligaciones internacionales y de interferir en asuntos internos.
El pasado 29 de abril, Ecuador anunció que presentó una demanda contra México ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. La Cancillería ecuatoriana informó que la demanda se basa en las violaciones cometidas por México desde el 17 de diciembre de 2023, cuando Jorge Glas se refugió en la embajada mexicana en Quito.
La decisión de Ecuador de demandar a México es una respuesta a la demanda inicial presentada por México ante La Haya, en la que acusaba a Ecuador de transgredir la inviolabilidad de las sedes diplomáticas al haber invadido la embajada mexicana en Quito el 5 de abril, con el objetivo de detener a Glas. El exvicepresidente ecuatoriano, quien también posee nacionalidad alemana, estaba siendo investigado por corrupción y tenía una orden de captura y prisión preventiva.
La CIJ tiene previsto escuchar los argumentos presentados por ambos países en este caso. La situación ha generado condenas por parte de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) e incluso la Unión Europea (UE).
En su comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador también denuncia una presunta interferencia en asuntos internos por parte de México. Esto se desprende de declaraciones realizadas por el presidente mexicano, López Obrador, quien vinculó el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio con el triunfo electoral del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, sobre la candidata correísta Luisa González. Por su parte, Noboa afirmó no arrepentirse de haber ordenado el arresto de Glas.
En su demanda, Ecuador solicita a la Corte Internacional de Justicia que declare que México ha incumplido sus obligaciones de respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor, de no interferir en los asuntos internos del Estado receptor y de no utilizar las instalaciones de la misión diplomática de manera incompatible con las funciones de una misión diplomática, según lo establecido en el artículo 41 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.
La disputa entre Ecuador y México ha generado una crisis diplomática que requiere ser abordada de manera adecuada. Es fundamental que los países latinoamericanos rebajen el nivel de confrontación personalista y permitan que la diplomacia desempeñe su papel en la resolución de conflictos y la promoción de la cooperación regional.