En una noticia impactante, un hombre de Oregon que lucha contra el cáncer se convierte en uno de los tres afortunados ganadores del premio mayor del Powerball, con un impresionante monto de US$ 1.300 millones. Cheng «Charlie» Saephan, quien lleva ocho años batallando contra esta enfermedad y recibió quimioterapia la semana pasada, comparte la noticia de su victoria con su esposa, Duanpen Saephan, y su amiga Laiza Chao. Juntos, optan por recibir la opción en efectivo, que asciende a más de US$ 422 millones después de impuestos, siendo Chao la beneficiaria del 50% y los Saephan el 25% cada uno.g
En una conferencia de prensa organizada por la Lotería de Oregon, Cheng Saephan expresa su felicidad por su familia y su deseo de que tengan una buena vida gracias a este premio. Sin embargo, debido a su lucha contra el cáncer, él se plantea cómo podrá aprovechar todo este dinero, considerando su situación de salud. A pesar de ello, tiene planes de llevar una vida «normal» en el futuro y desea comprar una «casa de ensueño» para su familia.
Este premio de Powerball es uno de lños 422más grandes en la historia de la lotería y el sorteo del 6 de abril se retrasó más de tres horas para asegurar que todos los procedimientos previos se completen adecuadamente. Además, es importante destacar que este premio es el más alto que se haya ganado en la historia de Powerball en Oregon.
El boleto ganador es adquirido en una tienda Plaid Pantry en Portland, y la tienda recibirá un bono de US$ 100.000 como reconocimiento por haber vendido el boleto ganador. Cheng Saephan, originario de Laos y residente de Portland desde hace 30 años, revela que los números ganadores son seleccionados al azar por una computadora utilizando la opción Quick Pick. Él atribuye su victoria a la intervención divina, mencionando que Dios elige los números por él.
Cuando Saephan se entera de su victoria, llama a su amiga Laiza Chao, quien reside en Milwaukie, Oregon, y le había dado US$ 100 para comprar los boletos de lotería. Laiza, quien está camino al trabajo en ese momento, recibe la sorprendente noticia de que ya no tiene que trabajar. Cheng le dice emocionado: «Nos ganamos la lotería. Nos tocó el premio mayor».
Esta historia es un recordatorio de que la fortuna puede llegar en los momentos más inesperados y a personas que enfrentan grandes desafíos en su vida. Cheng Saephan, a pesar de su lucha contra el cáncer, logra un golpe de suerte que le brindará la oportunidad de mejorar la calidad de vida de su familia y encontrar la atención médica adecuada para su enfermedad.