Después de ocho años desde su cierre, el último galpón de Guilford, una reconocida empresa textil de Comodoro Rivadavia, fue finalmente rematado por un monto de 550 millones de pesos, una cifra que apenas alcanza la mitad de lo inicialmente esperado para abonar las indemnizaciones de los trabajadores despedidos en 2016.
Jorge Echelini, abogado laboralista que representó a la mayoría de los empleados afectados, compartió en una entrevista con Radio Chubut que, aunque el remate se ha concretado, los fondos obtenidos serán insuficientes para saldar todas las deudas generadas por el cierre de la empresa. «Sin embargo con el monto que se recaudará no alcanza para cubrir todas las deudas emergentes del cierre porque el primero en la lista es el Banco del Chubut que tenía una hipoteca sobre los bienes y después la municipalidad de Comodoro Rivadavia», explicó Echelini.
El letrado también señaló que de haberse realizado el remate inmediatamente después del cierre de la empresa, la situación financiera podría haber sido diferente. Según Echelini, el contexto económico cambió significativamente, reflejado en los numerosos carteles de «se vende» que ahora marcan la región.
La textil Guilford, propiedad de la familia Goranski y con una larga trayectoria en el sector, experimentó su apogeo durante los años de promoción industrial. Sin embargo, enfrentó un declive que culminó con el cambio generacional, ya que los hijos de los propietarios no compartían la misma pasión por el negocio textil.