El Gobierno salió este viernes al cruce de Nicolás Maduro, luego de que el presidente de Venezuela insultara a Javier Milei y lo vinculara a un supuesto plan de la oposición para sabotear las próximas elecciones.
“Me parece importante recordar que Maduro es un personaje que se ha transformado, o siempre ha sido, un dictador. Sus palabras no ameritan un análisis porque vienen de una persona que tiene trastocados los valores éticos, morales y está en contra de lo que nosotros defendemos, que es la democracia”, dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Durante su habitual conferencia de prensa desde Casa Rosada, el portavoz de Milei planteó su “preocupación por el pueblo venezolano en virtud de lo que pueda ocurrir” en las elecciones presidenciales del 28 de julio, pero aclaró que “no dejan de ser las palabras de un dictador y un imbécil”.
“Apelamos a que finalmente se respeten los deseos del pueblo venezolano”, sumó Adorni. Y reveló que “todavía no ha habido comunicación” con la líder opositora venezolana María Corina Machado, quien horas atrás denunció haber sido víctima de un atentado perpetrado contra ella y su equipo en la localidad de Barquisimeto.
Este jueves, a menos de 10 días para las elecciones presidenciales, Maduro había vuelto a insultar a Milei al hablar de un supuesto plan de la oposición para sabotear las elecciones. Durante un evento de campaña, el venezolano llamó “malparido” a su par argentino.
“Quieren una hecatombe, una tragedia, para gritar suspensión de las elecciones, y saldrían los gringos, saldría el malparido de Milei, saldría (Daniel) Noboa (presidente de Ecuador), la derecha, a suspender las elecciones. Yo les digo, estamos preparados. Nervios de acero, calma y cordura. Y llueva, truene o relampaguee, el 28 de julio, habrá elecciones presidenciales en Venezuela. Nadie las va a sabotear”, expresó Maduro.
Maduro también amenazó con un “baño de sangre” y una “guerra civil” si no gana en los próximos comicios. “El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, exclamó el presidente venezolano.
Además, dijo que el país caribeño elegirá “guerra o paz” en las elecciones. “El 28 de julio se decide guerra o paz, guarimba (piquetes) o tranquilidad, proyecto de patria o colonia, democracia o fascismo. ¿Están preparados? ¿Están preparadas? Yo estoy preparado, tengo el amor por Venezuela, tengo la experiencia, no le tengo miedo ni al demonio, Dios viene conmigo, Dios con nosotros, el pueblo con nosotros”, declaró.
Un junio, el comando de campaña chavista ya había acusado a dos dirigentes opositores refugiados en la embajada argentina en Caracas de organizar supuestos planes desestabilizadores para sabotear las elecciones presidenciales. “Es un plan para apostar motorizados (personas que se desplazan en motos) en los centros de votación. Van a generar actos vandálicos con motorizados contra las personas. Lo están planificando desde la Embajada de Argentina en Venezuela”, aseguró el jefe de la campaña chavista, Jorge Rodríguez, citado por el diario El Universal.
El dirigente aseguró que el plan que a su juicio se organiza desde la delegación diplomática argentina, donde están refugiados seis dirigentes opositores venezolanos, consiste en apostar motorizados en los centros de votación “donde tienen mayor caudal electoral” y atacar a efectivos de seguridad del Plan República (montado para resguardar el proceso electoral) con el objetivo de generar violencia antes y durante las elecciones, dijo el periódico.