La actividad económica en Argentina experimentó una leve expansión del 0,8% en julio en comparación con el mes anterior, según el Índice General de Actividad (IGA) elaborado por la consultora Orlando J. Ferreres. Este incremento mensual marca un respiro tras la caída del 0,4% registrada en junio, pero no logra revertir la tendencia negativa a nivel interanual, con una contracción del 3,0% en comparación con julio de 2023.
Pese a esta mejora relativa, la actividad acumula una caída del 4,9% en los primeros siete meses del año. Según el informe de Ferreres, el nivel actual de la serie desestacionalizada se encuentra apenas un 2,0% por encima del piso registrado en marzo, lo que subraya la persistente debilidad de la economía argentina. No obstante, por primera vez en lo que va del año, más sectores muestran crecimiento en comparación anual, aunque la influencia de aquellos en contracción sigue dominando el panorama general.
Por sectores, la industria manufacturera, que fue uno de los más afectados en lo que va del año, mostró signos de recuperación en julio con un crecimiento del 3,5% mensual y una mejora en la comparación interanual, pasando de una caída del 12,1% en junio a una contracción del 0,8% en julio. Esta recuperación parcial fue impulsada por el notable aumento de la producción en el sector oleaginoso (+60,9% i.a.) y las mejoras en minerales no metálicos, metálicas básicas y maquinaria y equipo.
El sector de Minas y Canteras destacó como el más dinámico del mes, con una expansión anual del 9,0%, impulsada por el aumento en la producción de petróleo crudo (+9,2%) y gas natural (+10,0%). Este desempeño se reflejó en un crecimiento acumulado del 6,0% en los primeros siete meses del año, convirtiéndose en un motor clave de la actividad económica en julio.
A futuro, la consultora anticipa que la actividad económica podría seguir recuperando terreno, aunque la velocidad de esta recuperación dependerá de la mejora en los ingresos de las familias y en la recomposición del consumo.