Se dice que Sergio Kaminker, sociólogo, docente y fiel militante de La Cámpora, estaría redactando una declaración política institucional para repudiar el reciente fallo que confirmó la condena judicial a Cristina Fernández de Kirchner. También incluiría en el documento una fuerte denuncia de “proscripción”, una palabra que huele más a pronunciamiento político que a justicia. Así lo habría hecho saber a través de un mail a los integrantes del Consejo Zonal.
La cuestión no pasaría de ser una expresión más militancia política si no fuera porque Kaminker ocupa un cargo formal en la estructura universitaria como Consejero por el Claustro Docente. Desde allí, según se conoció entre docentes y estudiantes, estaría impulsando que el Consejo Zonal de la UNPSJB adopte ese pronunciamiento como si fuera la voz unánime de toda la comunidad educativa.
En un reciente correo interno, él mismo habría adelantado que está trabajando en “una declaración en contra del fallo y la proscripción a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, para presentar en la próxima sesión del Consejo.
Un grupo de docentes no tardó en expresar su incomodidad. No con comunicados formales, sino con mensajes directos a este medio: “¿Así utilizan a las universidades nacionales?”, “Que haga su militancia desde el partido, no desde la universidad”, y uno que citó, con precisión quirúrgica, la Ley de Educación Superior: “La ley 24.521 establece la obligación de garantizar una educación plural y apartidaria. La libertad académica no es lo mismo que la propaganda política”.
Hay quienes, incluso desde dentro de la misma universidad, ven con alarma esta tendencia a confundir universidad con comité partidario. “¿Por qué tiene que hablar la universidad como si todos pensáramos igual que Kaminker? Que haga su militancia desde su espacio, no desde las aulas”, reclamó otro docente en diálogo con EL CHUBUT.
El camporista Kaminker es profesor adjunto a cargo de Metodología de la Investigación Social en la UNPSJB, y hasta el final del mandato de Alberto Fernández ocupaba un cargo como delegado de la Dirección Nacional de Migraciones en Puerto Madryn. Luego fue reubicado dentro del Cenpat donde, como investigador asistente del Cenpat, fue parte del escrache público al presidente del Conicet, Daniel Salamone, cuando el año pasado visitó las intalaciones en Madryn, y también del pedido de declarar personas no gratas a diputados chubutenses que votaron alineados con el oficialismo nacional.
Fuente: EL CHUBUT