Ignacio «Nacho» Torres, el gobernador de Chubut, inicia la construcción de un frente federal para impulsar «la revolución de la normalidad». Enarbola la bandera de una gestión ordenada, con seguridad jurídica, calidad institucional y cuentas claras, y propone un modelo de liderazgo que se contrapone al de Milei y al del peronismo. Además, defendió el rol del PRO y aseguró: «No respeto a los garrochistas».
A mediados de 2023, cuando el país se sumergía en una frenética carrera electoral nacional y la economía estallaba por los aires, Ignacio «Nacho» Torres ganaba las elecciones en Chubut y se convertía en el nuevo gobernador, con tan solo 35 años, rompiendo con más de 20 años de triunfos peronistas en ese territorio patagónico.
La provincia estaba inmersa en un verdadero caos. Había un fuerte endeudamiento, los empleados estatales no cobraban sus sueldos regularmente, los paros en todos los sectores se multiplicaban día tras día, los chicos no tenían clases (en 2019 incluso hubo 17 semanas ininterrumpidas de huelga docente), la inseguridad estaba lejos de ser una sensación y las violentas tomas de terrenos en la Comarca Andina (incluyendo graves atentados) eran moneda corriente.
Torres, gobernador de la provincia patagónica, trabaja en el armado de un frente federal y transversal para enfrentar a Javier Milei y ponerle freno al kirchnerismo. Asi lo publicó Newsweek Argentina.
Propone eliminar las asimetrías entre el poderoso centro del país y “el mal llamado ‘Interior’” que “genera las divisas que dilapidan los sucesivos gobiernos nacionales”. En ese sentido, impulsa una “revolución de la normalidad”, enarbolando la bandera de una gestión ordenada, con cuentas claras, calidad institucional, vocación democrática y plural y un proyecto productivo, y sostiene que “algo hay que hacer con el Conurbano bonaerense, porque está explotado”.