La medición interanual subió 0,3 puntos en junio, a 2,7%, en medio del impacto por las tarifas lanzadas por el presidente
Guerra arancelaria de Trump e inflación en EE.UU. WASHINGTON.- La guerra arancelaria de Donald Trump, que ha sacudido al comercio internacional, empieza a hacer mella también en la economía doméstica de Estados Unidos. La inflación se aceleró en junio, a 2,7% interanual, en una señal de que las tarifas lanzadas por el gobierno están empezando a elevar los costos de bienes cotidianos para los consumidores norteamericanos, según los expertos. De acuerdo con La Nación.
La cifra de junio, en línea con las expectativas de los economistas, es 0,3 puntos superior a la interanual registrada en mayo, de 2,4%, de acuerdo a los datos oficiales del Departamento de Trabajo. La inflación core, que excluye los precios más volátiles de los alimentos y la energía, fue del 2,9%, también en línea con las previsiones. Los economistas siguen de cerca ese indicador porque suele ofrecer una mejor idea de hacia dónde se dirige la inflación.
En los últimos días, la administración Trump ha intensificado sus amenazas arancelarias contra los principales socios comerciales de Estados Unidos, con cartas a decenas de países con imposiciones de elevadas tarifas a partir del 1° de agosto próximo, entre ellos a la Unión Europea (UE), México, Canadá, Japón, Corea del Sur y Brasil, país al que amenazó con un 50% de gravámenes.
Aunque estos anuncios, por su temporalidad, no tuvieron impacto en la inflación de junio, la continua incertidumbre comercial podría afectar a los precios en el futuro, advierten los economistas. También alertan que el efecto total de la política comercial de Trump tardará en materializarse en la economía doméstica de Estados Unidos. Así, la inflación se empieza a convertir en nuevo reto político para el mandatario.
Las grandes empresas, en particular, parecen haberse preparado almacenando productos antes de la entrada en vigor de algunos de los aranceles, luego de la pausa parcial de 90 días que anunció Trump respecto al llamado “Día de la Liberación”, el 2 de abril pasado, en el que se instauró una tarifa básica universal del 10% a las importaciones.
Trump dispara aranceles y precios: temen estanflación en EE.UU.
Trump también aplicó gravámenes del 50% al acero y el aluminio, del 30% a los productos procedentes de China y del 25% a los vehículos importados.
El repunte de la inflación en junio respondió al aumento de varios rubros clave. El precio del combustible subió un 1% entre mayo y junio, mientras que los alimentos registraron un alza del 0,35%. Además, los electrodomésticos encadenaron su tercer mes consecutivo de subas.
Las alzas de precios también afectaron a importaciones de productos como cosméticos, calzado y juguetes, así como a servicios, desde la atención médica y los seguros de autos a la educación. Mientras tanto, los precios de los vehículos y las tarifas aéreas bajaron levemente, en parte por la moderación de la demanda.
Muchas compañías destacan los analistas, también encontraron proveedores alternativos, mejoraron la productividad y presionaron a mayoristas y distribuidores para que absorbieran parte de los costos adicionales por las tarifas de la Casa Blanca.
Las cifras de inflación de los próximos meses serán termómetros claves para la gestión de Trump. Los economistas de Goldman Sachs calculan que los consumidores norteamericanos terminarán pagando el 70% de los costos directos de los aranceles que finalmente aplique el presidente.
Lo que más temen los especialistas y las autoridades económicos es un shock de estanflación en el que la inflación aumente mientras la economía se estanque o, peor aún, se contraiga. Antes de la última escalada comercial, la Reserva Federal (Fed, en la jerga financiera) veía que los riesgos de ese resultado estaban disminuyendo. Sin embargo, ahora, con los últimos datos, podrían estar aumentando de nuevo.
Las presiones sobre la Fed
La amenaza de una nueva ronda de aranceles, que entrará en vigor el 1° de agosto según confirmó Trump, podría enturbiar las perspectivas inflacionarias e inducir a la Fed a prolongar su actitud expectante con respecto a los tipos de interés.
La Casa Blanca ha destacado reiteradas veces los datos mensuales para argumentar que la estrategia de Trump está doblegando a la inflación, al tiempo que ha pedido a la Fed que baje los tipos de interés para impulsar la actividad económica. Tras bajarlos un punto porcentual entre septiembre y diciembre pasados, la Fed los dejó sin cambios en un rango de entre el 4,25% y el 4,5%.
Luego del anuncio del Departamento de Trabajo de este martes, Trump hizo una publicación en su red, Truth Social, en el que apuntó contra el Banco Central norteamericano. “La Fed debería bajar los tipos tres puntos. Inflación muy baja. ¡Se ahorraría un billón de dólares al año!“, escribió.
Según publicó The Washington Post, Kevin Hassett, el principal asesor económico de la Casa Blanca, se perfila como uno de los principales contendientes para convertirse en el próximo presidente de la Fed, según personas que han discutido el asunto con funcionarios de la Casa Blanca.
Hassett, de 63 años, es uno de los cuatro aspirantes a liderar la Fed que Trump considera más receptivos a sus presiones para bajar los tipos de interés que el actual presidente, Jerome Powell. Cuando los periodistas le preguntaron el viernes si intentaría despedirlo, el líder republicano dijo que no, aunque advirtió que Powell estaba haciendo un “trabajo terrible”.
Crece la presión sobre Powell en la Fed en medio de la crisis inflacionaria de EE.UU.
Este martes, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, sumó presión y sugirió que Powell debería abandonar el consejo de la Fed cuando finalice su mandato como presidente, en mayo de 2026. “Tradicionalmente, el presidente de la Fed también dimite como miembro de la junta de gobernadores”, dijo en una entrevista con Bloomberg.
Antes de los recientes anuncios de tarifazos de Trump, con comunicaciones a decenas de países a través de cartas a sus líderes, Powell había indicado que los riesgos de una aceleración de la inflación podrían tardar más en materializarse, y que podrían resultar menos graves de lo que se temía inicialmente.
El fuerte repunte de la inflación luego de la pandemia del coronavirus fue el peor en cuatro décadas y erosionó las posibilidades del expresidente Joe Biden, hasta que bajó su candidatura a la reelección el año pasado, y de Kamala Harris, quien lo sucedió en la nominación, para retener el poder en manos demócratas.