El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró una emergencia de seguridad pública en Washington DC y anunció el despliegue de la Guardia Nacional para combatir la violencia y “eliminar los barrios marginales”.
Durante una conferencia de prensa, Trump aseguró que Washington DC ha sido tomado por “bandas violentas y criminales sanguinarios”, con un aumento en robos y una tasa de homicidios superior a la de “algunos de los peores lugares del mundo”.
Para enfrentar esta situación, anunció que la Policía de la capital pasará a estar bajo control federal, con la incorporación de unos 800 guardias nacionales para restablecer la ley y la seguridad.
Declaración de emergencia y expulsión de personas en situación de calle
El mandatario también anunció la expulsión de las personas sin hogar y la eliminación de “barrios marginales” donde, según sus palabras, residen bandas criminales.
En sus declaraciones, admitió que la medida no es “políticamente correcta”, pero subrayó la necesidad de liberar la ciudad del crimen y el salvajismo.
Reacción de autoridades locales y contexto político
La alcaldesa demócrata de Washington, Muriel Bowser, rechazó las afirmaciones de Trump, señalando que “no se está experimentando un repunte de la delincuencia”. Datos policiales indican una reducción del 7% en delitos y un descenso del 12% en homicidios en lo que va del año.
Medios locales interpretan la medida como un intento de Trump por ejercer control federal en ciudades gobernadas por demócratas, similar a lo ocurrido en Los Ángeles meses atrás, generando críticas por interferir en asuntos locales. La información fue extraída del medio C5N.