Salir de casa sin revisar los enchufes puede ser más riesgoso de lo que parece. Algunos electrodomésticos, aun estando apagados, continúan consumiendo energía, pueden sobrecalentarse y convertirse en la causa de un incendio doméstico.
Los electrodomésticos son parte indispensable de la vida diaria, desde la cocina hasta el baño. Sin embargo, su consumo eléctrico puede derivar en accidentes graves, desde chispas hasta incendios.
Según C5N, los especialistas advierten que la combinación de calor acumulado y cables deteriorados aumenta el riesgo de siniestros. Además, mantenerlos enchufados puede generar un “consumo fantasma” que desgasta los equipos y eleva el gasto energético.
Los tres aparatos que no deben quedar enchufados
Si bien cualquier electrodoméstico puede generar inconvenientes, los expertos recomiendan prestar especial atención a tres dispositivos que suelen ser los más peligrosos cuando se dejan conectados:
- Cafeteras eléctricas: su resistencia interna puede conservar calor residual incluso apagadas.
- Tostadoras y pavas eléctricas: presentan riesgo de cortocircuito por restos de agua o pan.
- Planchas de ropa: cualquier conexión sin supervisión aumenta la posibilidad de accidente.
Una práctica esencial para la seguridad del hogar
Desenchufar estos equipos antes de salir de casa no solo previene incendios, sino que también prolonga su vida útil. Asimismo, los especialistas aconsejan revisar periódicamente el estado de los cables y conectores para reducir riesgos.
Una acción tan simple como desenchufar algunos electrodomésticos puede evitar tragedias. La prevención en el hogar es clave para proteger tanto a la familia como al patrimonio.