Argentina enfrenta un aumento en la morosidad y el endeudamiento familiar y empresarial, alcanzando cifras no vistas desde hace más de una década, según informe del IES.
El último informe del Centro de Investigaciones Económicas Sectoriales (IES) revela que, entre julio y septiembre de 2024, la morosidad y el endeudamiento de las familias argentinas alcanzaron el 10,1%, la cifra más alta desde 2006. A pesar de que los créditos otorgados por las entidades financieras crecieron un 7,8% en términos reales — impulsados por una mayor demanda de líneas de consumo y financiamiento con garantías —, la irregularidad en los pagos también aumentó, llegando al 6,6%.
Este aumento en la morosidad refleja un contexto de dificultades económicas, donde los hogares dependen cada vez más del pago mínimo y enfrentan mayores dificultades para cumplir con sus obligaciones. La presión sobre los ingresos reales, la recomposición parcial de salarios y el encarecimiento del crédito a principios de año son algunos de los factores que explican este escenario, alertan los analistas.
Impacto en el sector productivo y la economía nacional
El informe también destaca que la morosidad en el sector productivo alcanzó el 5,2%, una suba del 1,5% respecto al trimestre anterior. Este porcentaje supera el promedio histórico de los últimos diez años, que fue del 4,1%, señalando un deterioro en la salud financiera de las empresas argentinas. La tendencia refleja una economía que enfrenta crecientes desafíos para mantener la estabilidad y el crecimiento sostenido.
El análisis, según C5N, advierte sobre la importancia de mantener un control en el endeudamiento y fortalecer las políticas económicas que puedan reducir la morosidad y aliviar la carga financiera de los hogares y empresas.
La situación del dólar y las advertencias de las autoridades económicas
El panorama cambiario muestra una semana sin grandes sobresaltos en el dólar oficial, aunque las autoridades advierten sobre la necesidad de gestionar con cautela el tipo de cambio y evitar flotar libremente, como señaló Caputo. El control en la política cambiaria busca evitar mayores impactos en la economía y en la inflación, que sigue siendo un desafío para el gobierno argentino.
El contexto actual requiere de medidas que fomenten la estabilidad y reduzcan la morosidad, para evitar que la situación se vuelva insostenible a largo plazo. La atención está puesta en cómo el gobierno y las instituciones financieras podrán gestionar estos indicadores en los próximos meses.




