El gobierno nacional oficializó un marco regulatorio que flexibiliza el uso de drones, impulsando su despliegue en distintos sectores y fortaleciendo la vigilancia fronteriza.
La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) aprobó una actualización clave para las operaciones de drones en todo el país. La medida, que entró en vigencia el 8 de agosto, simplifica trámites y clasifica las operaciones según riesgos, con miras a facilitar la integración de esta tecnología en actividades productivas y de seguridad, según información extraída del medio Cronista.
Nuevo régimen para drones: categorías y facilidades
La Resolución 550/2025, publicada en el Boletín Oficial, establece un sistema regulatorio basado en la evaluación del riesgo de cada vuelo, siguiendo recomendaciones internacionales de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Se incorporan tres partes en las Regulaciones Argentinas de Aviación Civil (RAAC) para drones:
- RAAC Parte 100: Define requisitos generales para todas las operaciones con drones en territorio argentino.
- RAAC Parte 101: Crea la Categoría Abierta, destinada a vuelos de bajo riesgo que no requieren autorización previa, siempre que se respeten límites de peso, distancia y zonas permitidas.
- RAAC Parte 102: Establece la Categoría Específica para vuelos que implican mayor riesgo, donde el operador debe obtener una autorización operacional basada en un análisis de seguridad.
Esta estructura flexible busca promover un uso seguro y eficiente, facilitando que drones puedan operar en todas las ciudades y regiones del país.
Drones para potenciar la economía y la seguridad nacional
El Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado destacó que los drones están revolucionando sectores clave como la agricultura, el comercio y la logística. El ministro Federico Sturzenegger afirmó en el portal oficial que «en poco tiempo los drones vigilarán el ganado, sembrarán y fumigarán nuestros campos, serán vehículos para la entrega de productos e incluso custodiarán nuestras fronteras».
Este último punto cobra relevancia en un contexto global complejo, donde la vigilancia de miles de kilómetros de frontera adquiere una dimensión estratégica para Argentina, no solo para prevenir amenazas tradicionales, sino también para combatir el narcotráfico y el contrabando.
El comunicado oficial resalta que la normativa responde al crecimiento exponencial de los drones con usos civiles, científicos, recreativos y de seguridad, asegurando que las operaciones se realicen con eficiencia, seguridad y economía.