La Justicia de Esquel condenó a un hombre por golpear repetidamente a su hijo de 10 años con un cinturón, en un caso que fue descubierto gracias a la intervención de la maestra del niño.
La rápida investigación de la Fiscalía permitió llegar a un juicio abreviado en menos de un mes, logrando una condena ejemplificadora.
La detección: la maestra que vio las marcas
El caso salió a la luz cuando la docente del menor observó marcas en su cuerpo y actuó de inmediato. Según informó la Fiscalía de Esquel a través de un comunicado, la maestra conversó con la dirección de la escuela, suscribieron un acta con el testimonio del niño sobre lo sucedido y presentaron la denuncia en la comisaría. Paralelamente, la madre del niño también realizó la denuncia correspondiente, lo que permitió activar todos los protocolos de protección.
Dos episodios de violencia en pocos días
La investigación confirmó dos hechos de violencia ocurridos en la vivienda familiar: uno el 1 de octubre y otro el 4 del mismo mes. En ambas oportunidades, el padre utilizó un cinturón para golpear al niño, produciéndole lesiones leves. Estos hechos fueron tipificados como «lesiones leves agravadas por el vínculo y por ser cometidas en un contexto de violencia contra las infancias».
Medidas de protección y condena ejemplar
Inmediatamente después de la denuncia, se activó el Servicio de Protección de Derechos. Consultado sobre con quién se sentiría más seguro, el niño manifestó su preferencia por vivir con su abuela paterna, medida que se implementó de forma inmediata. La fiscal Rafaella Riccono llevó adelante la investigación que culminó con un juicio abreviado donde el imputado reconoció los hechos. La jueza no solo lo condenó, sino que impuso reglas de conducta específicas y ordenó derivar el caso al Juzgado de Familia para que se implemente la ayuda psicológica solicitada por la madre, reafirmando que los límites en la crianza deben basarse en el respeto y el diálogo, nunca en la violencia. Información extraída del medio Jornada.




