El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó que mantuvo una conversación telefónica con Donald Trump y destacó que el intercambio se desarrolló en un clima “cordial y respetuoso”.
Una conversación inesperada en medio de la tensión. Durante un acto transmitido por la televisión venezolana, Maduro aseguró que la llamada se produjo “hace unos diez días” y que fue la Casa Blanca la que contactó al Palacio de Miraflores.
Sin dar demasiados detalles sobre el contenido, remarcó que el tono fue “cordial” y destacó que es la primera vez que se refiere públicamente al diálogo. La información surge de lo publicado por TN.
El mandatario expresó que, si esta comunicación representa un acercamiento para establecer un trato institucional entre ambos países, lo considera un paso positivo.
Expectativas sobre el conflicto con Estados Unidos
Maduro señaló que confía en que la situación con Washington pueda encontrar un cauce diplomático.
“Si esa llamada significa que se están dando pasos hacia un diálogo respetuoso, bienvenido el diálogo, bienvenida la diplomacia, porque siempre buscaremos la paz”, afirmó ante sus seguidores.
Además, aseguró que mantiene una postura prudente y que espera que “todo salga bien para la paz, la independencia y el futuro de Venezuela”.
La tensión militar en el Caribe
El contacto entre ambos mandatarios ocurre en un contexto marcado por la presencia militar estadounidense cerca de Venezuela. Desde agosto, Estados Unidos desplegó una flotilla en el Caribe y, en noviembre, incorporó su portaviones más grande con el argumento de combatir el narcotráfico.
Para el gobierno venezolano, esta operación busca desestabilizar al país y presionar para la caída de Maduro.
Trump, por su parte, había confirmado días atrás la llamada, aunque sin describir su contenido: “No diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica”.
Washington acusa a Maduro de liderar el presunto Cartel de los Soles, catalogado como organización terrorista, y ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por información que permita detenerlo.
En un clima geopolítico marcado por la desconfianza, la conversación entre Maduro y Trump reabre interrogantes sobre el futuro del vínculo bilateral y si efectivamente podrá abrirse un camino de diálogo.




