El Club Atlético River Plate intensifica su búsqueda de refuerzos de jerarquía para la próxima temporada. Luego de avanzar en el cierre de Fausto Vera, el foco ahora está puesto en Santiago Ascacíbar, el capitán y mediocampista central de Estudiantes de La Plata.
A pesar de las dificultades que anticipa una negociación compleja, el Millonario ya abrió conversaciones y explora fórmulas creativas para convencer tanto al jugador como a su club.
El interés de River por el «Ruso» no es nuevo, pero ahora ha tomado un carácter más concreto. Según información recabada por este medio de fuentes cercanas al proceso, la dirigencia riverplatense mantuvo reuniones iniciales con Estudiantes. La intención en Núñez es clara: sumar un jugador con experiencia internacional, carácter defensivo y liderazgo probado. Sin embargo, todos los involucrados saben que el camino no será fácil.
La hoja de ruta de River: una oferta flexible y decidida
Frente al desafío, River ha diseñado una estrategia de aproximación flexible. Tradicionalmente, el club dirigido por Stefano di Carlo ha priorizado operaciones de préstamo con opción u obligación de compra. No obstante, para el caso de Ascacíbar, existe una disposición especial para comprar un porcentaje de sus derechos económicos de forma directa.
Esta modalidad podría resultar más atractiva para Estudiantes, que así recibiría un ingreso inmediato por un jugador cuyo contrato vence en diciembre de 2026. Para River, representa una inversión significativa que originalmente no estaba en los planes para este mercado de pases, pero que demuestra la prioridad que tiene el volante en la lista de refuerzos.
Los obstáculos: el deseo de Pincha, Europa y una final decisiva
El principal escollo no es económico, sino deportivo y emocional. En Estudiantes, Ascacíbar es mucho más que un buen jugador: es el capitán del equipo y una figura emblemática de la exitosa campaña que los llevó a la final del Torneo Clausura. La dirigencia del Pincha quiere retenerlo a toda costa, especialmente pensando en una eventual campaña en la Copa Libertadores 2026.
Existe además otro factor: el propio jugador, de 28 años, podría ver esta como su última gran oportunidad de dar el salto a un club de primer nivel en Europa. Si bien su deseo de vestir la camiseta de River es conocido, la posibilidad de retornar al Viejo Continente también está sobre la mesa. La final del Clausura ante Racing en Santiago del Estero será un punto de inflexión. Un título para Estudiantes reforzaría enormemente su posición para retener a su líder.
Mientras tanto, en River el optimismo inicial se ha moderado con realismo. Saben que «sacarle a uno de los mejores equipos del fútbol argentino a su capitán y figura no será simple». Las puertas quedaron abiertas, y se espera que las tratativas se reactiven con fuerza una vez definido el campeonato local. El deseo de River es claro, pero el desenlace de esta novela pasional del fútbol argentino aún está por escribirse.




