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Se trata del programa municipal que impulsa la Secretaría de Salud para asistir a quienes no cuentan con los medios para sostener los tratamientos médicos de ciertas patologías. En esta ocasión, la jornada se llevará a cabo este sábado en el CAPS Presidente Ortiz de Km 5, ubicado en la calle José Ingeniero N°657, en el horario de 11 a 16 horas.

Como parte de las acciones de prevención y promoción de la salud que impulsa la gestión municipal de Carlos Linares; continúa creciendo el programa de entrega de medicamentos gratuitos, con el fin de acompañar a los pacientes de patologías básicas como diabetes; hipertensión; dislipemias; osteoporosis y artrosis.

Cabe mencionar que, este tipo de jornadas se programas dos veces al mes, alternando en zona norte y sur, donde las personas pueden acercarse a los Centros de Salud con la receta emitida por un médico y llevarse la medicación correspondiente.

También, apunta a aquellos ciudadanos que no cuentan con obra social o que la misma no cubre la totalidad de los mismos.
De esa manera y con el propósito de fortalecer el acceso a la salud pública, desde el área de Salud se prosigue con la entrega medicamentos para el seguimiento de los tratamientos a lo largo de todo el año, sumando la atención del médico clínico y farmacéutica en cada jornada solidaria a fines de brindar la posibilidad de otro tipo de medicación en caso de no encontrarse en el plan.

Los precios de los medicamentos aumentaron un 266 por ciento en los últimos cuatro años, con casos de remedios esenciales -como los que tratan problemas cardiovasculares, que son la causa principal de muerte en el país- que tuvieron incrementos del 600 por ciento. Esta situación golpea especialmente a los jubilados, ya que se da en el marco de que PAMI les dejó de entregar el 100 por ciento de la medicación crónica gratuita, a menos que reúnan una serie de requisitos demasiado restrictivos. Por la suba de los precios y la falta de cobertura, los adultos mayores son empujados a suspender o discontinuar sus tratamientos.

En el mismo período en que los remedios subieron un 266 por ciento (de mayo de 2015 a abril de 2019), la jubilación mínima aumentó sólo un 172. Esto se debió a la reforma provisional que aprobó el Congreso en diciembre de 2017, mientras una multitudinaria manifestación de protesta era reprimida en la plaza. Su aplicación en 2018 y lo que va de 2019 fijó una recomposición del haber mínimo del 28,4 por ciento (comparando enero 2018 con enero de 2019), mientras la inflación acumulada de 2018 sumó 47,6 por ciento.

Los datos son parte de un informe elaborado por la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria, el Centro de Economía Política Argentina y el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores –según publica Página 12-.

“El aumento inflacionario de los medicamentos, sumado a la quita de la entrega gratuita por parte de PAMI de la medicación para patologías crónicas deja a las personas mayores en situación de gran fragilidad, donde es muy probable que la muerte causada por enfermedades aumente en los próximos años”, advierten los autores.

En la Argentina, los medicamentos que necesitan los mayores de 60 son principalmente para el tratamiento de cardiopatías, diabetes, hipertensión arterial y osteoporosis. Las drogas recetadas para las afecciones cardiovasculares deberían tener más fácil acceso, ya que es la principal causa de muerte por enfermedad entre los mayores de 65 años. Sin embargo, el relevamiento detalla que:

* El Atenolol, para la hipertensión arterial, taquicardias y otras enfermedades cardiovasculares tuvo un aumento del 566 por ciento. El anticoagulante Acenocumarol, para evitar accidentes cerebrovasculares en personas que padecen arritmias, subió un 600 por ciento. La Furosemida, un diurético para la hipertensión, aumentó un 336 por ciento y el antihipertensivo Carbedilol es un 210 por ciento más caro.

* Entre los medicamentos para las enfermedades respiratorias hubo aumentos del 326 por ciento (Seretide) y 126 por ciento (Optamox).

* Las drogas para tratar la artritis tuvieron incrementos de hasta el 330 por ciento (Arcoxia). Y el Calcimax D3, para la osteoporosis subió un 185 por ciento.

* La Levotiroxina, para el hipotiroidismo, aumentó 530 por ciento.

Los números, vale recordar, registran la inflación acumulada entre mayo de 2015 y abril de 2019. Como regla general, son precios que han tenido una suba continuada, mes a mes. En marzo pasado, en promedio, los precios de los 50 medicamentos principales aumentaron 3,2 puntos. El promedio de los 10 medicamentos que más aumentaron fue de 6,2 por ciento.

El informe recuerda que los aumentos no pueden considerarse por unidad, porque la mayoría de las personas mayores de 60 años consumen en promedio entre 4 y 8 medicamentos. Finalmente, la limitación de los tratamientos farmacológicos no solamente provoca una mayor mortalidad, sino también patologías que generan dependencia y discapacidad.

 

ElComodorense

La cartera sanitaria abrió la licitación para hacer la primera adquisición trimestral del año y once empresas presentaron ofertas económicas.

El Ministerio de Salud del Chubut, que conduce Adrián Pizzi, abrió esta semana en Rawson la licitación privada N° 06/19-MS, mediante la cual está previsto se adquieran Medicamentos Generales para los distintos Hospitales y Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de la provincia, por un presupuesto oficial de casi 50 millones de pesos.

El acto tuvo lugar en la sede central de la cartera sanitaria, y fue encabezado por los subsecretarios de Gestión Institucional, Fabián Puratich, y de Gestión y Coordinación de Recursos, Viviana Youglar.

Primera compra trimestral del año

Al respecto, el subsecretario de Gestión Institucional, Fabián Puratich, señaló que “se trata de la primera compra trimestral de medicamentos generales del año, que incluye un total de 164 renglones o variedades de medicamentos”, y destacó que en la oportunidad “se presentaron 11 oferentes”.

“Esta compra permitirá dar respuesta a las solicitudes efectuadas desde los servicios hospitalarios que integran las cuatro Áreas Programáticas de Salud de la provincia, contribuyendo a su óptimo funcionamiento y la adecuada atención de la población, que es una de las prioridades del gobernador Mariano Arcioni”, indicó Puratich.

Se trata del programa municipal que impulsa la Secretaría de Salud, en esta ocasión, la jornada se llevará a cabo el sábado 13 del corriente mes, en el Centro de Salud San Martín, de 09 a 16 horas. El titular del área, Carlos Catalá, afirmó que “hasta el momento, se adjudicaron más de 2 mil tratamientos y la necesidad de las personas continúa aumentando, por lo que decidimos alternar zona sur con zona norte”.

En ese marco, el funcionario municipal recordó que a lo largo del año pasado, la entrega de medicamentos se llevaba a cabo en los CAPS Isidro Quiroga y Km 5; sin embargo, “ante la demanda de los ciudadanos que se acercaban desde distintos puntos de la ciudad, decidimos expandir el programa a otros sectores”, indicó.

“Durante el mes de abril –continuó-, realizaremos dos entregas de medicamentos. La primera será el próximo sábado 13 en el Centro de Salud San Martín de calle Huergo y Las Violetas; mientras que, el sábado 27 estaremos en el CAPS Marcelino Reyes de Km 3. En ambas oportunidades el horario será de 9 a 16 horas”.

Por otra parte, Catalá ratificó la importancia de continuar con estos programas gratuitos vinculados a la salud pública, expresando que “sabemos que quien lo necesita, se movilizará al lugar en donde estemos y por esto las expectativas son muy altas; hay muchos comodorenses que están sin trabajo, que no cuentan con la cobertura de una obra social o que la misma no cubre esos medicamentos”.

Del mismo modo, el secretario de Salud del Municipio resaltó que “aunque el programa esté diseñado para cubrir cinco patologías básicas que son: hipertensión, diabetes, dislipemias y artropatía; se evalúa a los pacientes en el momento con el médico clínico y la farmacéutica para brindarle la posibilidad de incluir otro tipo de medicación que no esté incluida en el plan”.

En la era Macri los remedios aumentaron un 235% en promedio, mientras que las jubilaciones subieron apenas un 144%. Solo en diciembre, los 50 principales remedios treparon un 8,6%. Cubrir alimentos y servicios para un adulto mayor ronda los 26.0433 pesos, mientras que más de 60% de los jubilados solo percibe la mínima que ronda los 9.309.

Los adultos mayores tuvieron un alza en sus ingresos desde mayo de 2015 a diciembre último, a través de la movilidad jubilatoria –la cual fue modificada por Cambiemos a fines de 2017– del 143,6%. Pero ese aumento estuvo lejos del 269,3% en que se encareció la canasta básica y del 235,0% de incremento promedio en medicamentos. Estos últimos son una parte esencial y creciente en la canasta de esos hogares. Los jubilados requieren una verdadera reparación tras tres años de destrucción histórica de su poder de compra.

Según un informe realizado por el Centro de Economía Política Argentina, junto con el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores y la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria, la mayoría de más de 60 años consume en promedio de cuatro a ocho medicamentos. Algunos, habituales, pueden llegar a costar más de 1.800 pesos.

El impacto de la escalada de precios de los remedios en este universo es subestimado al calcular la cifra de pobreza. Según el informe, cubrir alimentos y servicios para un adulto mayor ronda los 26.0433 pesos, mientras que más de 60 por ciento de jubiladas y pensionadas perciben la mínima de 9.309 pesos.

El último informe del Indec, con cifras del primer semestre de 2018, dio cuenta de 7.581.118 personas pobres y 1.357.923 indigentes. Del total, el 3,6% (272.920) son adultos de más de 65 años que cayeron por debajo de la línea de pobreza y 2,2% (29.874) que se convirtieron en indigentes.

De acuerdo con el último informe realizado por la Fundación Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (Cepes), para una muestra en Mar del Plata, una familia de dos jubilados con cien por ciento de cobertura en sus gastos de Salud se ubicó entre 18.500 y 20.500 pesos para no ser considerada pobre en noviembre. Pero son cada vez más los que quedan fuera de una cobertura integral de medicamentos, a partir de los mayores requisitos del PAMI.

“En el caso de los alimentos básicos necesarios para una correcta canasta nutricional se verifica que la inflación (2015-2018) llegó a más del 269,3%, habiendo productos, como el aceite de girasol, que aumentaron un 464,7%, la lechuga (313,6%) o la carne picada (328,8%). Los aumentos de medicamentos y alimentos superan así ampliamente el aumento del haber jubilatorio lo que produce una caída abrupta de las personas mayores en la pobreza”, señala el CEPA.

De acuerdo con datos relevados por la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires para diciembre último, de los 6.852.090 beneficiarios del sistema integrado previsional, 64% (4.417.507) percibe la jubilación mínima. Las proyecciones para el cierre de año pasado equivalente a un 43% de varones y 57% a mujeres.

Deterioro

“Tras tres años transcurridos de la gestión del actual gobierno resulta cada vez más evidente la situación de retroceso y el proceso de deterioro de las condiciones de vida de las personas mayores de nuestro país, quienes día a día ven disminuir el poder adquisitivo de sus jubilaciones, lo que afecta notablemente su capacidad de compra de bienes de consumo básicos”, sentencia el informe.

El impacto de la escalada inflacionaria se profundiza por la alta dependencia a los medicamentos para este grupo etario. Hay casos en que se buscan alternativas genéricas e incluso se suprimen directamente algunos de los medicamentos recetados. Pero tampoco alcanza, además de atentar contra “la supervivencia (de los mayores) y para mantener o recomponer la salud”. “La imposibilidad del acceso a los medicamentos no sólo aumenta la mortalidad, sino que además aumenta la morbilidad de patologías que generan dependencia y discapacidad”, dice el documento.

Precios

Mientras el PAMI recorta sus prestaciones y disminuye la cobertura de medicamentos, se registra una tendencia preocupante de incremento sostenido de los precios de venta de los mismos, que se profundizó en los últimos meses pese a la supuesta pax cambiaria desde agosto. “En promedio los precios de los 50 principales medicamentos aumentaron 8,6% sólo en diciembre, mientras que el promedio de los diez que más aumentaron en el mismo período alcanza el 14,8%, entre los que cabe destacar aumentos de hasta un 21,3%”, según los registros de PAMI y Kairos Argentina.

Si se toma en cuenta por patología, para enfermedades cardiovasculares se registra aumentos de 534,4% en tres años en el Acenocumaro (anticoagulante para evitar ACV). El Atenolol, un bebloqueante para hipertensos, se encareció 500,9%, y la Furosemida (diurético para insuficiencia cardíaca) aumentó 313,3%. Por enfermedades respiratorias, el fluticasona más salmeterol (para asmáticos) tuvo un alza de 302,1%, valiendo actualmente 1805 pesos. “El EPOC representan el 13% de las defunciones por enfermedades respiratorias”, destaca el documento. Entre los medicamentos para patologías osteoarticulares, el Etoricoxib (antiinflamatorio para dolores crónicos) exhibió un aumento de 284,9% y el ácido ibandrónico (tratamiento de osteoporosis en mujeres) sufrió un incremento de 246%. La dorzolamida (para hipertensión ocular y glaucoma) se encareció 270,3% y la Levotiroxina (para hipertiroidismo), 478,2.

En el caso del omeprazol, un fármaco utilizado en el tratamiento de úlcera de estómago o duodeno, gastritis y reflujo gastroesofágico, la suba fue de 179,7%. Este es un medicamento que suele utilizarse para acompañar otros con el objetivo de evitar el daño que pueda provocar en el sistema gástrico. La dutasteride (para la hiperplasia benigna de próstata que disminuye el riesgo de retención aguda de orina) el salto fue de 343,8%; el citalopram (antidepresivo) aumentó 195,7% durante este Gobierno –según publica Página 12-.

“Al quitar la entrega gratuita de medicamentos se puso en grave riesgo la salud de las personas mayores y la calidad de vida de aquellas con patologías crónicas, que, sin tratamiento oportuno, generan discapacidades y aumentan la fragilidad y dependencia de los mayores”, concluye.

Página 12

Con Impulso del Concejal Nicolas Caridi, se aprobó en la última sesión del año 2018 el pedido al Poder Ejecutivo Municipal de una campaña de concientización sobre el uso de medicamentos

Por unanimidad y luego de un trabajo previo junto al secretario de salud Carlos Catalá; el Colegio de Farmacéuticos; el departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNPSJB; y el área de residuos patogénicos de la Subsecretaria de Ambiente de la Municipalidad, se aprobó el pedido para llevar a cabo la implementación de una campaña de concientización respecto al consumo adecuado y disposición sustentable de medicamentos en el ámbito domiciliario.

El proyecto de comunicación impulsado por el concejal del PJ, Nicolás Caridi, surge luego de un análisis de la problemática que presenta para la salud el mal uso de los medicamentos en los hogares, en especial en el sector etario más alto. Con respecto al mismo, Caridi argumentó que “tanto la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica (ANMAT) como la Organización Mundial de la Salud (OMS), han advertido sobre las complicaciones a nivel mundial respecto al mal uso y el bajo seguimiento responsable de los tratamientos con fármacos por parte de los pacientes”.

En los últimos años se ha constatado un alto porcentaje de ingresos hospitalarios por errores en el uso de la medicación y reacciones adversas a los medicamentos. Por lo cual el concejal advirtió que “el riesgo de estos efectos aumenta con la edad del paciente, ya que una característica de los adultos mayores es la polifarmacia, derivada de la necesidad de tratar patologías que se van acumulando con los años”.

También Caridi enfatizó sobre la responsabilidad en el segmento de la distribución de los medicamentos: “La información y el seguimiento por parte del farmacéutico del tratamiento farmacológico a través de la Atención farmacéutica, son imprescindibles para el uso racional del medicamento.”

En este sentido, “la idea es trabajar en programas de concientización y consumo adecuado”. Y más adelante “trabajar en una ordenanza para disponer de lugares para la disposición final de medicamentos, porque hoy no está establecido un mecanismo y los medicamentos vencidos se desechan junto a los desechos sólidos, cuando están considerados como residuos peligrosos y deben tener una disposición sustentable y específica”, señaló Caridi.