(Argentina) Las numerosas sierras, quebradas, bosques, selvas y glaciares que alberga Argentina son los escenarios ideales para una de las actividades de mayor demanda en el turismo de naturaleza: el senderismo o trekking, que en el caso de la Patagonia ofrece gran variedad.
Las numerosas sierras, quebradas, bosques, selvas y glaciares que alberga Argentina son los escenarios ideales para una de las actividades de mayor demanda en el turismo de naturaleza: el senderismo o trekking, que en el caso de la Patagonia ofrece gran variedad en su franja andina a través de provincias, ciudades y parques nacionales.
El segmento del turismo de senderos crece en forma constante ya que esta entre los más requeridos por quienes sienten la necesidad de volver al contacto con la naturaleza y con los espacios rurales, que son generalmente los residentes en grandes centros urbanos con un ambiente de ruidos y estrés.
El senderismo es una actividad en la cual los viajeros recorren, a pie o en algún medio de tracción a sangre, un camino natural definido y equipado con cédulas de información, señalamientos y guías que aportan datos sobre la zona visitada y su cultura local.
El Chaltén, una villa de montaña de la provincia de Santa Cruz, es considerada la “Capital Nacional del Trekking”, por la majestuosidad de los paisajes y la gran cantidad de senderos que los recorren.
La mayoría de estos caminos fueron desarrollados en torno al Parque Nacional Los Glaciares y a los cerros Torre y Fitz Roy, por ser las opciones más elegidas por los escaladores, tanto profesionales como principiantes.
Los senderos de esta zona recorren bosques de ñires y lengas, surcados por ríos de aguas transparentes que delimitan caminos que escalan hacia las cumbres de los dos cerros, donde se obtienen las mejores vistas del parque.
Los exploradores de estas moles de hielo pueden descubrir el encanto de pasar las noches bajo las estrellas rodeados de una vegetación de una gama interminable de colores.
Los trayectos más conocidos de El Chaltén, muchos de los cuales pueden recorrerse en un día, son el Glaciar y laguna Piedras Blancas, que demanda cuatro horas de trayecto; Laguna Torre, que lleva al Mirador Laguna Torre y al Campamento De Agostini y dura seis horas, y Glaciar Huemul, que transita un sendero privado ubicado a 37 kilómetros de El Chaltén, también en seis horas.
Laguna de los Tres, que lleva directamente a laguna Capri y desde allí hasta laguna de los Tres, es el punto panorámico más accesible de toda la zona, frente al mítico cerro Chaltén y dura ocho horas, mientras Laguna Toro y Loma del Pliegue Tumbado demandan 10 horas de trayecto.
Las rutas más largas, que requieren varios días para ser recorridas e incluyen la realización de campamentos y otras actividades en contacto con la naturaleza, completan el amplio abanico de opciones que ofrecen estos cerros.
El glaciar Perito Moreno, ubicado cerca de El Calafate, en Santa Cruz, es otro destino que permite practicar el senderismo en excursiones de tres y cinco horas sobre el hielo, sobre la falda lateral del gigante helado.
Las caminatas se realizan entre formaciones de hielo similares a torres futuristas, lagunas de aguas transparentes y profundas grietas, dunas y cuevas azuladas y profundos sumideros que multiplican el volumen del rugido del glaciar.
La Huella Andina, que con 577 kilómetros de extensión es el primer sendero de gran recorrido de Argentina, permite disfrutar de un paisaje donde sobresalen los bosques autóctonos, los espejos de agua transparente y varias especies de aves.
El trayecto se extiende a través de tres provincias hacia el sur desde Villa Pehuenia y la zona del Lago Aluminé, en Neuquén, hasta el área de Baguilt, en Chubut, tras su paso por la zona andina de Río Negro.
El circuito bordea las ciudades y pueblos de Junín de los Andes, San Martín de los Andes, Villa Traful, Villa La Angostura, San Carlos de Bariloche, El Bolsón, Lago Puelo, Epuyén, Cholila y Esquel.
Además, se extiende por los parques nacionales Lanín, Nahuel Huapi, Arrayanes, Lago Puelo y Los Alerces, y algunas reservas provinciales, territorios fiscales y privados.
El silencio que reina en el sendero sólo se interrumpe con el cantar de los pájaros, el rumor del agua de los arroyos o la caída de alguna refrescante cascada que invita al descanso.
La ruta troncal del trayecto se armó en base a huellas y senderos preexistentes, con la idea de poner en valor los recursos naturales y culturales a través de una actividad de bajo impacto en el entorno.