Cristina de Kirchner ya no pretendería utilizar al PJ («cáscara vacía») para postularse, lo que cercena las denuncias de su exfuncionario y la vía judicial para definir a los candidatos del peronismo.
«El PJ es una cáscara vacía», dijo Hugo Moyano en 2011, tras renunciar a sus cargos en el partido por la ruptura con el kirchnerismo. Visionario el camionero al dejar estropeados, sobre el césped de Huracán, los títulos de presidente del PJ bonaerense y vice del partido a nivel nacional. «El PJ ya no tiene ni cáscara, es un vacío total», redobló el cacique cegetista dos años más tarde.
Hoy, en medio de la feroz interna que sacude al peronismo de la provincia de Buenos Aires de cara a las PASO de agosto y las legislativas de octubre las palabras de Moyano vuelven a la mente de muchos dirigentes. Es que el cristinismo ha puesto sobre la mesa de remate el sello del PJ, con tal de lograr una lista única de unidad con el randazzismo. Y si ese deseo no se concreta, ya anticiparon que Cristina de Kirchner y Daniel Scioli estarían dispuestos a competir con otro partido, que integre un nuevo frente electoral, que lleve un nombre distinto.
«Cristina será candidata con lista única de un nuevo frente que todavía no tiene nombre y que lo integrarán los partidos que conforman el Frente para la Victoria, pero no el PJ», anunció Jorge Ferraresi, uno de los pocos voceros intendentes autorizados por la expresidente para hablar.
La decisión es un giro en la estrategia electoral del kirchnerismo duro y puro, tras el rotundo rechazo de Florencio Randazzo a la última oferta que se le hizo de armar una nómina conjunta. El exministro no aceptó encabezar la tira de diputados nacionales, con Cristina y Scioli del lado de los senadores, y denunció un intento de «proscripción» de su postulación al Senado. «Si le ganamos a Cristina no tenemos techo», confió a ámbito.com un integrante de la mesa chica del randazzismo, al justificar el encono para ir a una PASO por dentro del PJ. Pero ahora la taba se dio vuelta. Cristina ya no pretendería utilizar esa «cáscara vacía» para postularse, lo que cercena las denuncias de su exfuncionario y la vía judicial para definir a los candidatos del peronismo.
Reunidos en claustros de puertas cerradas, los asesores letrados de la exmandataria hallaron un vericueto para evitar la judicialización de la boleta y acordaron avanzar con la conformación de un nuevo frente electoral, que contenga a los 18 partidos provinciales y vecinalistas en distintos distritos que integran el Frente para la Victoria (FpV), pero sin el Partido Justicialista.
Para las primarias de 2013 el apoderado del PJ, Jorge Landau inscribió 34 fuerzas políticas bajo el sello FpV en la provincia de Buenos Aires.
En 2015 la Alianza FpV a nivel nacional para las presidenciales se formó con 13 partidos. La misma cantidad presentó en la Ciudad, mientras que en la provincia fueron 16: el Justicialista, Intransigente, Federal, Comunista, Humanista, Frente Grande, De la Victoria, Kolina, Encuentro por la Democracia y la Equidad, Frente H.A.C.E.R. por el Progreso Social, Memoria y Movilización Social, Partido Popular Cristiano Bonaerense, Partido Polo Social, M.I.L.E.S, Comunista Auténtico y Nueva Dirigencia.
A esos 16 partidos, luego se sumaron 13 agrupaciones vecinalistas y unos ocho sellos de distrito, como Acción Marplatense, Nuevo Zárate, Integración Vecinalista Rosaleña, Nueva Alternativa Carmeña y la Unión vecinal de Gonzáles Chávez, entre otros. Hoy, todos están en plena disputa para dilucidar a quién apoyarán.
Para estos comicios, la Cámara Nacional Electoral (CNE) reconoció en total 67 partidos a nivel distrital en la provincia, de los cuales solo 35 integran otro a nivel nacional. Si el PJ bonaerense que administra Fernando Espinoza finalmente no es incluido en la Alianza kirchnerista, quedará a criterio de los presidentes de las unidades pejotistas de cada distrito la posibilidad de adhesión a una boleta u otra. Avellaneda y Lomas de Zamora ya anunciaron que irán con Cristina y Scioli. «El peronismo siempre acompañará a Cristina pero, como lo hizo en el 2005 en la elección contra ‘Chiche’ Duhalde, se declarará prescindente y no jugará», recordó Ferraresi a Télam.
Fuentes cercanas al matancero Espinoza desmintieron los dichos de Julián Domínguez sobre la intención de «proscribir» a Randazzo. «Es mentira, quieren desvirtuar la atención», sintetizaron. Lo mismo dijo Scioli: «Están tergiversando».
Mario Secco, otro de los voceros intendentes de Cristina, apeló al proyecto colectivo y acusó al otro sector de querer llevar al peronismo a otra entrega en las urnas. «Fuimos muy respetuosos con Randazzo, le quisimos hacer entender que no joda con su aventura individual», sostuvo el jefe comunal de Ensenada en diálogo con radio Cooperativa, y se refirió a los dichos del exministro en un video, donde calificó de «trasnochados» a quienes impulsan la candidatura de la exjefa de Estado.
Randazzo había dicho: «Sería una locura que un grupo de trasnochados quieran echarnos para defender los intereses de unos pocos, eso no va a ocurrir compañeros, no creo que tengan ninguna posibilidad de que dejarnos afuera de una competencia electoral».
Secco respondió: «¿Los trasnochados somos nosotros que defendemos a la única conductora que nos garantiza el triunfo en la provincia de Buenos Aires?». Y remató: «Randazzo no se da cuenta que lo que queremos es ganar y recuperar los distritos perdidos, y él no garantiza ni el triunfo en Chivilcoy, nos quiere llevar a una derrota».
El nombre que más suena para el nuevo sello electoral del kirchnerismo es Frente Ciudadano Para la Victoria (FCPV) o simplemente Frente Ciudadano (FC). Su origen remonta al multitudinario discurso público que dio la expresidente en un acto montado frente a los tribunales de Comodoro Py, donde dejó en claro que para ella, el PJ es una cáscara vacía y que hay buscar nuevos horizontes. «Les propongo conformar una gran frente ciudadano. Un frente ciudadano en el cual no se le pregunte a nadie a quién voto, de qué partido, en qué sindicato está, o si es un trabajador formal, no formal, jubilado o no jubilado, si paga Ganancia o no paga Ganancias, que no se le pregunte nada de eso, ¿que se le pregunte cómo te está yendo? ¿Mejor que antes o peor? Ese es el punto de unidad de los argentinos».