Enoca, hijo del líder y activista indígena Rubén Medina. |
El filme, sobre la crueldad contra miles de indígenas a inicios del siglo XX, será usado en aulas de secundaria de Perú.
Historias del caucho en la Amazonía peruana es un largometraje sobre las vidas de cuatro jóvenes artistas plásticos de las etnias huitoto, bora y ocaina, de la selva norte de Perú, y las de sus abuelos y bisabuelos que sufrieron la violencia y el abuso como obreros en la extracción del caucho y jebe, a inicios del siglo XX, en la empresa del peruano Julio César Arana. El negociante se hizo de una fortuna a costa de unos 30.000 indígenas, quienes murieron a causa de ese modelo de explotación.
Además de los testimonios y los recuerdos familiares de esa dura vida en la Amazonía, el director del filme, el antropólogo Wilton Martínez, incluye entrevistas a investigadores especializados en el período de auge de las gomas, y cita secciones del informe del cónsul británico Roger Casement, quien en 1910 describió cómo los barones del caucho mantenían en situación de semiesclavitud a los indios, pues no les pagaban en moneda, sino con telas o productos a precios sobrevalorados.
Arana desarrollaba sus actividades en la frontera entre Perú y Colombia, y alertado de una posible guerra entre dichos países, inscribió su empresa en la Bolsa de Londres para protegerla si una parte del territorio donde recolectaba las gomas se escindía de Perú.
El largometraje relata que el estadounidense Walter Hardenburg alertó por primera vez de dichos abusos en 1907. “Los agentes de la compañía fuerzan a los pacíficos indios del Putumayo a trabajar día y noche, sin la más mínima remuneración, excepto la comida para mantenerlos con vida. Les roban sus cosechas, sus mujeres y sus niños. Los azotan inhumanamente hasta que sus huesos quedan expuestos. Los dejan morir. A los niños les golpean las cabezas contra los árboles y paredes, hasta que el cerebro vuela. Para entretenimiento, disparan a hombres, mujeres y niños, y los queman con Kerosene para que los empleados disfruten la desesperada agonía”, reportó el viajero.
La noticia fue publicada, pequeña, en la prensa de Lima y llegó a Londres. Dado que Arana contrató a ciudadanos británicos de Barbados que también sufrían estos abusos, el Parlamento británico envió a Casement a investigar.
Los capataces de la Peruvian Amazon Company, de Arana, mataban a los peones y a sus hijos si los consideraban flojos, y violaban a las niñas y a las mujeres para mantener al grupo aterrorizado y bajo control, pero también para producir más mano de obra, explica el documental de 70 minutos. Todo ello ocurría pese a que la esclavitud había sido abolida y Perú era una república.
Elena Burga, directora de Educación Intercultural Bilingüe y Servicios en el Ámbito Rural, del Ministerio de Educación, indicó a EL PAÍS que un primer tiraje del documental y una guía pedagógica para trabajo en el aula –de cuarto y quinto de secundaria– estarán listos en un par de meses, ya que el tema nunca ha sido tratado en las escuelas. En 2018 continuará la distribución en un mayor número de bibliotecas escolares.
La narración de Historias del caucho va constantemente del presente al pasado y, así como documenta la historia trágica, muestra los logros de jóvenes que nacieron en la zona de explotación de las gomas, después de 1980, pero crecieron sin conocer cómo sufrieron sus antepasados.
Rember Yahuarcani, Brus Rubio, Pablo Taricuarima, Rubén Medina y Santiago Yahuarcani, formados en filosofía y artes plásticas, honran con sus pinturas y proyectos las costumbres de sus pueblos, la sabiduría de sus mayores y el haber resistido la violencia. Medina, uno de los protagonistas, aparece con su bebé en tareas de cosecha, aprendiendo desde muy temprano cómo tratar la tierra.
El director del filme, presidente del Centro de Antropología Visual del Perú, aseguró que uno de los mayores aportes de este documental es “el entretejido interdisciplinario (antropología, historia, educación, arte), intergeneracional e intercultural (voces indígenas, migrantes e investigadores)” que lo conforma.
“Otro elemento central, presente tanto en el documental como en la muestra, es la estructura cíclica de los géneros literarios clásicos (lírica, tragedia, comedia y épica) como terrenos psíquicos que componen la narrativa del caucho”, añade Martínez, en alusión a una exposición museográfica-artística sobre el tema que permanecerá en el Lugar de la Memoria (LUM), en Lima hasta el 31 de julio.
La próxima proyección mensual del largometraje en el LUM es el 8 de junio, aunque a solicitud de otras instituciones, seguirá recorriendo el Perú.
El País