Hostels, departamentos y hasta una taza de café se pueden cancelar con esta innovadora forma de pago virtual en la ciudad turística.
En los últimos seis meses multiplicó su valor desde los 1.000 hasta los 4.300 dólares por unidad. Así, una noche en el hostel sale 0,0043 bitcoins.
Por primera vez desde su creación en 2009, Bariloche se sumó al uso público del bitcoin como medio de pago. Lejos de las corridas cambiarias y los trastornos a los que tiene acostumbrados el dólar, la criptomoneda que avanza a pasos de cotizaciones récord terminó por hacerse un lugar entre los servicios disponibles en la ciudad.
Alojarse en departamentos particulares, hostels, o simplemente disfrutar de una taza de café es posible con el uso de dinero virtual, un código de fuente controlado por desarrolladores y utilizado libremente entre los miembros de una red social enfocada en el mercado financiero.
“Lo vemos como un servicio más a nuestros clientes”, asegura con naturalidad José Sojo, propietario de Café Delirante, cuando se le consulta acerca de los motivos que lo llevaron a colocar un aviso que le da la bienvenida a quienes cuenten con una billetera virtual.
Para José, el pago con bitcoins le simplifica la estadía a los turistas extranjeros que, en el mercado cambiario actual, no se someten a cambiar el dinero que traen a precios poco convenientes teniendo en cuenta que, a diferencia de las monedas reguladas por los bancos, las criptomonedas flotan libremente de acuerdo a la demanda de los usuarios en la red.
Pablo Molteni es otro de los emprendedores que decidió apostar a este tipo de monedas. En Achalay, el hostel que administra, los bitcoins circulan desde mediados de 2014. “Fue experimentar, estar a la vanguardia”, reconoce acerca de uno de los motivos que lo llevaron a ofrecer la innovadora forma de pago.
El caso más directo lo vivió con diez turistas americanos que terminaron por alojarse en su casa tras saber que podrían cambiar sus bitcoins.
Aquella semana, y por única vez, Pablo abrió su billetera virtual para contar las dos unidades que le dejaron. Si aún las tuviera, podría contar con unos 148 mil pesos en su cuenta bancaria según la cotización de esta semana. Hoy la noche en el hostel apenas supera los 300 pesos, unos 0,0043 bitcoins.
“Las veces que pude ganar dinero fue accidental”, dice Pablo tras hacer un rápido cálculo y volver a mostrar la pantalla de su smartphone.
El pago de servicios, como en cualquier casa, apura la rendición de cuentas y no le permite guardar por mucho tiempo los bitcoins ganados.
En medio de la charla reconoce que el sistema de monedas virtuales termina siendo “muy volátil” y que, dado que la mayor porción de mercado está en Asia, durante la noche la cotización le puede jugar una mala pasada y dejarlo con un porcentaje menor al que había estimado antes de meterse en la cama.
Pablo es de los que prefieren llevar esa moneda virtual al papel cuanto antes. A través de una empresa, con sede en Buenos Aires, bancariza el proceso y termina por hacerse de dinero contante y sonante en cuestión de días.
Transcurridos ya tres años comerciando con una criptomoneda, el negocio no sintió el impacto propio de un aluvión de internautas ávidos por hacer uso del sistema.
Muy por el contrario asegura que es algo que la gente no elige mucho, aunque reconoce la importancia de “evolucionar con el mercado”.
Antes de despedirse Pablo vuelve a sacar su smartphone del bolsillo. Abre su billetera virtual y lanza una expresión de asombro: en lo que se desarrolló la charla ganó nueve dólares por solo tener algunos bitcoins guardados.
Las claves de una divisa en alza
Mercado: China tiene el 80% de los bitcoins a nivel mundial. Por eso las fluctuaciones más grandes ocurren durante nuestra noche.
Apuesta segura: John McAfee, diseñador del antivirus, lanzó una cuenta abierta a través de la que apuesta 50.000 dólares a que, en menos de cinco años, un bitcoin costará al menos medio millón de dólares.
Criptomonedas: desde el lanzamiento del bitcoin en 2009 surgieron otras divisas virtuales: Antshares, Ripple, Ethereum, Litecoin, entre otras.
“La idea de la criptomenda es ganar libertad. Hay gobiernos que están sumamente preocupados porque genera circulación de una divisa sobre la cual no tienen ningún tipo de control”. Tomás Christie, ingeniero en informática.
Un bitcoin equivale a:
74.500
pesos argentinos
4.325
dólares
3.676
euros
Ventajas y desventajas
Tomás Christie es ingeniero en informática y socio fundador de la empresa de software Innqube. Usuario de esta novedosa forma de pago no se sorprende con su posicionamiento en la región. “Hay una demanda creciente”, explica acerca de una moneda que está regulada por si misma .
Para Tomás, la principal ventaja de invertir en bitcoins es que la moneda virtual no depende de ningún gobierno o empresa y su alcance es global. Sin embargo reconoce que la principal complicación pasa por el permanente “anonimato” que rodea a los usuarios ya que las billeteras virtuales, cuentas bancarias en el mercado habitual, no pueden ser vinculadas con alguien.
Este último punto siempre tejió un manto de sospechas sobre la criptomenda, hasta ser identificada como un medio de pago para negocios ilícitos y lavado de dinero.
“El tema que más preocupa a la gente es el nivel de seguridad”, comenta Tomás acerca del miedo de que se esfumen los ahorros acumulados en bitcoins. Entre los niveles de seguridad disponibles hay quienes confían en guardar sus billeteras en discos externos o pendrives.
Aquellos que aún no se despegan del papel moneda, prefieren imprimir una hoja con un código QR, que permite descifrar de manera unívoca la billetera del usuario para luego guardar el documento en una caja de seguridad.
Río Negro