Un joven menor de edad completamente desnudo se acercó a parte delantera de un colectivo frenado y empezó a pegarle cabezazos al parabrisas delantero. La gente en el interior del vehículo, entre aterrorizada e indignada, miró la escena y no hizo más que lamentarse por lo presenciado.
El hecho ocurrió durante la noche del sábado 23 en la localidad de Florencio Varela. Un joven, afectado por lo que después se conocería como la «droga de los zombies» deambuló por las calles de la ciudad sin ropa y expuso una actitud extremadamente violenta tanto con lo que se encontraba como consigo mismo.
Parte del incidente fue registrado por un pasajero de un colectivo de la Línea 148, que reflejó cómo el chico, con la cabeza toda ensangrentada, rompía el parabrisas del autobús a cabezazos y luego se tiraba en el suelo con la intención de morderse sus propios genitales.
Según relataron los testigos, el mismo joven se lastimó sus brazos y piernas con mordidas y hasta intentó morder las ruedas del colectivo. Luego, fue trasladado a un hospital en un estado de violencia verbal y física.
Así, el episodio ocurrido en el cruce de las calles Eva Perón y Virgen de Itatí en el barrio La Colorada reflejó un problema que atraviesa de lleno a parte del conurbano bonaerense desde hace meses: la aparición de una droga artificial muy poderosa llamada «droga de los zombies» o droga «La Flakka».
Esa sustancia, que contiene una mezcla de diversos estupefacientes genera, de acuerdo a los especialistas, reacciones violentas y de mucha fuerza y un nivel de agresión fuera de lo común. Además, acelera el ritmo cardíaco, lo que por ende aumenta la presión sanguínea y produce un calor interno insoportable. Lo que conduce a la desnudez del sujeto.
«El paciente, de unos 16 años, llegó al hospital durante la madrugada del 24. Al llegar, se encontraba con excitación psicomotriz, lesiones y escoriaciones múltiples en la cabeza y en las extremidades», afirmó Gonzalo Hernández, director ejecutivo del hospital Mi Pueblo, al canal C5N.
«Tenía muchas lesiones autoinflingidas y un comportamiento imposible de controlar. Por eso, apenas ingresado se le tuvo que suministrar calmantes. Era imposible atenderlo», completó.
De acuerdo al galeno, este tipo de drogas consiste en una combinación de fabricación artificial y casera y que su consumo puede incluso llegar a provocar la muerte.
«Esta droga habitualmente llamada la droga de los zombies es una mezcla de sustancias. Entre ellas figura una sustancia alucinógena y otra que provoca liberación de adrenalina. No es exactamente lo que tienen, pero poseen compuestos similares al LSD, éxtasis y alguna benzodiazepina como sedante», advirtió Hernández.
De acuerdo al propio médico, el paciente fue retirado del hospital por su familia antes de que se le diera el alta. Sus familiares directos especificaron que iban a trasladarlo a un centro de la Ciudad de Buenos Aires, más cercano a su lugar de residencia, pero no hubo un nuevo registro de su ingreso en ningún establecimiento.
«En el momento en que lo retiraron, nosotros no podíamos dejar asegurada la integridad propia y de aquellos que se los cruce en la calle. Por eso, se dio parte a la policía de lo que llamamos fuga hospitalaria», explicó el director del hospital Mi Pueblo.
Tanto desde la Policía Federal como desde la Policía Bonaerense nunca se pudo confirmar que el joven estuviera afectado por la llamada «droga zombie» o «La Flakka».
El consumo de la droga «La Flakka» se percibió con cada vez más frecuencia en algunos barrios del conurbano bonaerense. Su origen data de 2013 en Asia y, luego de aterrizar en Europa y Estados Unidos, desembarcó en Brasil y en Argentina.
Tiene un efecto prolongado de ocho a diez horas y su consumo habitual puede generar graves secuelas en el funcionamiento cerebral.
«A mediano o largo plazo, esta droga empieza a producir lesiones en las regiones del cerebro donde se encuentran la parte sensitiva y las de las emociones, que son las principales afectadas. En el peor de los casos puede conducir a una muerte cerebral», afirmó Hernández.
Anoticiados de la presencia de este nuevo problema, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) emitió un alerta en la que remarcó sus efectos de disociación, excitación, delirio, alucinaciones, paranoia e incluso canibalismo.»Provoca sentimientos de euforia, aumento del estado de alerta, excitación sexual, sensación de tener más energía, creatividad y productividad», se informó en el comunicado.
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