Se instaló una antena de 35 metros, hay 10 técnicos chinos trabajando y un ambicioso plan para la Luna y Marte; el gobierno chino dice que es para «uso pacífico»
La asociación estratégica integral que selló la Argentina con China ya empezó a dar resultados concretos para Beijing con la estación espacial que construyó el gobierno de Xi Jinping en Neuquén y que empezó a funcionar a pleno hace tres meses en Neuquén bajo un ambicioso plan a largo plazo para desarrollar programas de investigación en la Luna y en Marte bajo la exclusiva supervisión de técnicos chinos.
La puesta en marcha de esta estación espacial situada dentro de 200 hectáres de la localidad neuquina de Bajada del Agrio fue una concesión que otorgó el gobierno de Cristina Kirchner por 50 años en el 2015 con una plena excención impositiva. Mauricio Macri ratificó ese acuerdo con el pedido de una corrección concreta: el agregado de un anexo que dice expresamente que la estación no será para uso militar sino pacífico. El agregado exigido por la Argentina no fue un detalle menor si se tiene en cuenta que los técnicos de la empresa china Satelite Launch and Tracking Control General que ya están en Neuquén dependen directamente del Ejército Popular chino.
El tema generó un duro debate en el Congreso hace tres años y hay analistas de defensa de Estados Unidos y la Unión Europea que creen que el proyecto de Neuquén esconde un plan militar de China a largo plazo. Por el contrario, voceros de la embajada de China en Buenos Aires negaron tajantemente ante Infobaeesas acusaciones y explicaron el plan de acción que ya empezó a rodar en Bajada del Agrio para el “uso estrictamente pacífico” de los estudios del espacio lejano.
La estación espacial de China en Neuquén ya tiene instalada su antena satelital de avistaje del cielo profundo con 35 metros de diámetro. Según informó a Infobae la diplomacia china, por ahora están trabajando 10 técnicos chinos pero llegarán más representantes de la Satelite Launch and Tracking Control General en lo inmediato. La Argentina podrá hacer uso de sólo un 10 % de ese proyecto por medio de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Así, los técnicos argentinos podrán utilizar sólo 2 horas y 40 minutos diarios de la información que recaude China en la estación espacial de Neuquén.
Según expresó a Infobae la embajada de China el plan de acción que se desarrollará en los próximos años en Neuquén contempla tres etapas:
1- Mandar un satélite a la Luna para hacer un mapeo muy detallado de todo ese territorio y dar información específica de la superficie lunar que no existe hasta ahora.
2-Aterrizar con una sonda o robot lunar para caminar el territorio y extraer muestras concretas de las rocas lunares.
3-Regresar el robot a la tierra para investigar las muestras recabadas. Hasta ahora se sabe que sólo los Estados Unidos poseen muestras de roca lunar por medio de investigaciones que hizo la NASA.
Pero el proyecto de la estación espacial de Neuquén no termina allí para los chinos. Hay un plan para seguir la investigación en Marte. Este es un proyecto más ambicioso y a largo plazo.
“Elegimos la Argentina para instalar esta estación espacial porque desde aqui hay una proyección al espacio que no tiene el espacio profundo de China. Pero la antena está dirigida al espacio profundo y no a los satélites o zonas del espacio cercano”, explicó un funcionario del gobierno chino para desterrar la idea de un posible uso militar de la estación de Neuquén.
La aclaración es crucial si se tiene en cuenta que varios expertos en defensa de Estados Unidos y la UE dijeron a Infobae que la estación espacial de China en Neuquén podría servir eventualmente para interceptar satélites. El gobierno de China niega todo esto y agrega que se trata de un proyecto similar al que tiene la Unión Europea en la estación espacial de Malargue en Mendoza. Pero hay un detalle: la agencia espacial europea instalada alli no depende de ningún Ejército sino que es una entidad de la UE independiente y civil. Otro detalle: en el acuerdo que firmó Cristina Kirchner con Xi Jinping hay una cláusula que generó mucha polémica en su momento ya que sostiene que el gobierno chino “mantendrá indemne a la Argentina de toda obligación que surgiere de reclamos de cualquier naturaleza”.
Desde la embajada de China reiteraron que el uso de la estación espacial “sólo será pacífico” y añadieron que contarán con el apoyo de la CONAE. Hasta ahora, hay 10 técnicos que llegaron de China a Neuquén para ajustar la antena, se instaló un comedor y habitaciones para los chinos, el ingreso sólo está permitido bajo una supervisión de Beijing y hay una intención del gobierno de Xi Jinping de instalar en el lugar un museo de las actividades espaciales de ambos países.
Desde 2010 la Agencia Nacional China de Satélites se puso en contacto con la CONAE para la instalación de la estación que ya está funcionando a pleno. Cuando Macri ganó las elecciones envió una carta a la embajada de China y entre otras cosas exigió que se haga un anexo del acuerdo de la estación espacial para aclarar que sería de uso pacífico. En aquel entonces el embajador de China en Argentina Yan Wanming dijo: “es un proyecto de cooperación intergubernamental con fines pacíficos. Favorecerá la exploración de la luna, que en el caso de China comenzó a hace cinco años. En 2017 queremos llegar a la Luna y hacer la caminata. No entiendo por qué tantos malos comentarios. Generaremos 1.500 puestos de mano de obra argentinos con técnicos chinos”. Luego se acordó la firma del anexo y la planta comenzó a construirse.
Félix Menicocci, secretario general de la CONAE, reiteró más de una vez que “no existen anexos secretos ni uso militar para esa estación espacial en Neuquén. Es todo una gran falacia”.
Lejos de aquellos reclamos de Macri y los ruidos que hubo en el Congreso con participación de legisladores del PRO incluidos por el proyecto que selló Cristina Kirchner, la estación espacial de China en Neuquén ya comenzó a funcionar y puertas adentro los técnicos que responden al gobierno de Xi Jinping avanzan en las investigaciones de la Luna y Marte. Para ingresar se requiere un pedido expreso de Chino y hay un marcado hermetismo sobre los técnicos que allí estan trabajando. El motivo. Muy simple: China entiende que se trata de un proyecto de avistaje lunar que marcará un hito en la historia aeroespacial de Beijing.
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