«Este no es un juicio de extradición, sino un procedimiento político. Soy un prisionero político, tanto para Argentina como para Chile», dijo el dirigente, que repitió varias veces que tanto él como su comunidad eran víctimas de una «persecución política».
Huala lanzó también una advertencia: «Tienen que terminar con la represión. Ataquen si quieren, el vuelto no va a ser en caramelos», remarcó en su declaración de una hora.
En su exposición también reconoció haber participado en varios sabotajes, aunque aclaró que nada tuvo que ver con el ataque a un fundo de la comuna de Río Bueno, cerca de Valdivia, en el sur de Chile.
«No reniego de mi militancia ni tampoco de los métodos. No nos dejan ser mapuches y es lo único que nosotros buscamos», dijo al tiempo que resaltó la disposición al diálogo de la comunidad mapuche y se quejó de que «nadie» del gobierno argentino ni chileno «bajó a hablar» con ellos.
«La comunidad mapuche en general está abierta al diálogo político aunque hasta ahora nadie bajó a hablar con nosotros, ni (Patricia) Bullrich ni (Mauricio) Macri, tampoco (Michelle) Bachelet ni (Sebastián)Piñera», dijo, en referencia a la ministra de Seguridad y el presidente argentinos, y a la presidenta y al jefe de Estado entrante chilenos, respectivamente,
Finalmente, sostuvo: «No me importa morir por mi gente, o seguir preso como hasta ahora. Esa es la enseñanza de nuestros mayores, quienes nos impulsan a seguir luchando por la recuperación de nuestras tierras».
Con la exposición de Jones Huala restan los alegatos y se estima que en las próximas 48 a 72 horas se dé a conocer el dictamen del juez federal de Neuquén, subrogante en Bariloche, Gustavo Villanueva, que debe resuelver si Argentina le concede o no la extradición a Chile, fallo que podrá ser apelado directamente por su defensa ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El juicio de extradición al líder de RAM comenzó este miércoles con la lectura del expediente donde consta el pedido de extradición solicitado por la justicia chilena.
La audiencia, cuyo inicio estaba previsto para las 8, se demoró debido al pedido de Huala de mantener una audiencia previa con su defensa.
El juicio se inició finalmente a las 10.17, con la lectura del expediente donde consta el pedido de extradición solicitado por la Justicia chilena.
Jones Huala arribó al gimnasio municipal Nº 3, donde se lleva a cabo la audiencia, procedente de la cárcel federal de Esquel, en un helicóptero del Plan Nacional de Manejo del Fuego (PNMF), cubriendo su cabeza con un casco de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y vestimenta mapuche.
Tras la lectura del pedido de extradición emitido por la Justicia de Chile, la defensora Sonia Ivanoff planteó que su cliente «es víctima de un proceso de criminalización y persecución política, elementos que deben ser considerados para no conceder la extradición».
Ivanoff entregó una carpeta donde argumentó la solicitud, pero el fiscal federal Jorge Bagur Creta rechazó el planteo de la defensa por considerar que su presentación se realizó «fuera de los términos previstos» y «no se ajusta al motivo de dicho procedimiento de extradición».
Jones Huala es reclamado por la Justicia de Chile por el incendio de un fundo ubicado en el sur del vecino país, tenencia ilegal de armas de fuego y proyectiles y por una infracción a la ley de extranjería, por haber ingresado de manera irregular a Chile.
La audiencia se realiza ante un reducido marco de espectadores, ya que Villanueva sólo autorizó el ingreso de 23 personas, entre quienes hay familiares de Jones Huala y agrupaciones de derechos humanos.
Radio Cadena 3.