El Gobierno nacional no pondrá obstáculos al tratamiento este año en el Congreso de un proyecto de ley para legalizar el aborto, y además dará “libertad de conciencia” a los legisladores de Cambiemos para que voten de acuerdo con sus convicciones.
Aunque ya se hablaba de este tema en los despachos oficiales, la decisión se terminó de plasmar ayer en la Casa Rosada en la primera reunión de coordinación de la agenda parlamentaria de este año, encabezada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y a la que asistieron las principales espadas legislativas del oficialismo en ambas cámaras.
La “no intervención” del Ejecutivo implicará de hecho una luz verde para tratar el proyecto de aborto legal, un tema transversal a las distintas bancadas y que a partir de la nueva composición en Diputados se vislumbra por primera vez con serias chances de prosperar.
Más difícil se presume que será su tránsito por el Senado por las posturas generalmente más conservadoras de los representantes de las provincias, tanto del peronismo como de otras fuerzas.
El Gobierno tomó nota del masivo “pañuelazo” del lunes pasado frente al Congreso, convocado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Pero además, pese a que alguna vez el presidente Mauricio Macri se mostró en contra, de la vice Gabriela Michetti, de ministros como Peña y Rogelio Frigerio, el tema divide fuertemente las aguas dentro del propio macrismo.
En reunión del bloque de diputados del PRO el martes, a puertas cerradas, la mayor parte del tiempo se la llevó la discusión sobre el aborto legal, y las opiniones estuvieron muy divididas.
Aunque no hay números finos, en Cambiemos estiman que entre los radicales hay mayor proclividad aún a avanzar con el tema.
En la Rosada se trazó la estrategia que se dará Cambiemos: buscarán ampliar el debate a temas que consideran vinculados con la problemática, como la gestación subrogada (alquiler de vientres), facilitar las adopciones, u otorgar mayor ayuda económica ante los embarazos.
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“Reducir la cuestión al proyecto de aborto es irracional”, sostuvo a Clarín un legislador que estuvo en la Casa de Gobierno, enrolado entre los opositores a la iniciativa.
En esa reunión participaron junto a Peña su equipo, los vicejefes de Gabinete Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los secretarios de Relaciones Parlamentarias, Lucía Aboud, y de Fortalecimiento Institucional, el «lilito” Fernando Sánchez.
Estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el jefe del interbloque Cambiemos en Diputados, Mario Negri; y en el Senado, Luis Naidenoff; del bloque de la UCR en el Senado, Angel Rozas; del PRO en el Senado, Humberto Schiavoni, y en Diputados, Nicolás Massot; y los diputados Silvia Lospennato (PRO) y Juan Manuel López (CC).
En la Rosada también se acordó debatir “en profundidad” el tema en el interbloque “para que no pase lo mismo que con paridad de género”, dijeron fuentes oficiales recordando que el oficialismo quedó descolocado por un tema que también fue transversal y acabó por imponerse también por fuerte presión interna de un grupo de fervientes impulsoras de la paridad en Cambiemos.
Por lo pronto, un día después del “pañuelazo”, el martes pasado, diputadas de distintos bloques aprovecharon el envión para anunciar que presentarán el 6 de marzo -será por séptima vez, pero nunca llegó a tratarse- el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.
Con un cambio respecto de su última versión de 2016, propondrá que pueda hacerse hasta la semana catorce de gestación (antes era hasta la semana doce).
De ese encuentro participaron Mónica Macha y Mayra Mendoza (FpV), Carla Carrizo y Teresita Villavicencio (Evolución Radical), Romina Del Plá y Nathalia González Seligra (Frente de Izquierda), y Victoria Donda (Libres del Sur).
Las legisladoras también anunciaron que pedirán sesión especial para tratar el proyecto el 8 de marzo, en coincidencia con el “paro de mujeres” previsto para el Día Internacional de la Mujer.
Sin dictamen de comisión, necesitarían además de lograr quórum, conseguir dos tercios de los votos.
La sesión sin acuerdos entre los bloques mayoritarios tendría impacto en el marco de la campaña por el aborto, pero la aprobación sería imposible.
Habrá que ver ahora cómo juega en la dinámica parlamentaria la luz verde de Cambiemos, aunque lo lógico es que se inicie un camino de largos debates en comisiones.
Por lo pronto, entre el 6 y el 8 de marzo está previsto que Peña vaya a Diputados a dar su primer informe de gestión del año, con lo que se descuenta que habrá preguntas y el tema estará presente en el recinto.
Sin embargo, el escollo mayor para un proyecto de aborto legal estaría en el Senado, donde los legisladores «representan a sociedades de provincias que pueden ser muy reactivas a este tema», analizaron fuentes consultadas.
En la Rosada no se avanzó en la agenda parlamentaria más que a trazos gruesos, y tampoco en la línea que llevará el Presidente en su discurso ante la Asamblea Legislativa el 1° de marzo.
El martes próximo habrá otra reunión.
Clarín.