La desaparición del ARA San Juan sigue generando incertidumbre y esta semana sumó un capítulo que llegó al Congreso de la mano del jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien informó a los diputados que el submarino tenía como tarea secundaria la de monitorear a buques y aeronaves de las Islas Malvinas.
Además, el ministro coordinador entregó un informe confidencial de la Armada Argentina con coordenadas que indicarían que el ARA San Juan pudo haber estado a pocos kilómetros de las Islas.
Peña respondió a la pregunta 456 del informe 108, que envió a la Cámara de Diputados esta semana, que el objetivo primario del ARA San Juan «era la localización, identificación, registro fotográfico/fílmico de buques frigoríficos, logísticos, petroleros, buques de investigación de otras banderas, etc., que se encontraran realizando alijo con un buque pesquero».
Luego agregó: «Como objetivos materiales secundarios de esta actividad se establecieron buques y aeronaves que operan desde las Islas Malvinas. Ello con el propósito de verificar el cumplimento de los convenios suscriptos por ambos países, en cuanto a la obligación de informar los movimientos de unidades en zonas particulares».
Las afirmaciones de la respuesta de Peña hablan de un punto hasta ahora no admitido a nivel oficial: que el submarino también estaba monitoreando las embarcaciones y aeronaves de Malvinas, algo que fue negado en reiteradas oportunidades por la Armada y el Ministerio de Defensa que comanda Oscar Aguad.
Pero además de estos párrafos de respuesta, Peña adjunto en su informe de 1976 páginas la Orden de Operaciones (OP) COFS N° 04/17 «C» que detalla la misión completa del ARA San Juan.
En ese informe de 8 páginas fechado octubre de 2017, al final de la última foja aparece una enmienda manuscrita que lleva la firma del Capitán de Fragata, Hugo Miguel Correa, Jefe de Operaciones y Guerra Acústica del Comando de la Fuerza de Submarinos de la Armada.
Allí modificaba una de las cinco Áreas de Operaciones del ARA San Juan y que bautizaron como Alejandra, las otras cuatro zonas se llamaban: Alessia, Esperanza, Milagros y Juliana.
El documento confidencial fue presentado por Marcos Peña durante su exposición en Diputados.
Si se busca en un mapa una de las dos coordenadas manuscritas, 52° 00′ S 57° 57′ W, el lugar indicado para que opere el submarino es la costa de la isla Soledad, en Malvinas, cerca de Puerto Argentino.
Cuando se ingresa la otra: 52° 20′ S 57° 57′ W, la ubicación del ARA San Juan es tan solo unos 30 kilómetros más arriba, siempre en las cercanías de las Islas Malvinas.
Desde la Armada dijeron que ya se expidieron, en conferencia de prensa, sobre este tema y reiteraron que «el submarino navegó en alta mar por fuera del límite de la Zona Económica Exclusiva de 200 millas de libre navegabilidad haciendo observación e identificación de pesqueros (mal llamado espionaje) pero no pasaron ni cerca de Malvinas, y por fuera de la zona que reclama».
Sobre la OP y el Mensaje Naval entregado por Peña, dijeron: «No sé qué papeles habrá presentado, pero la Orden de Operaciones indicaba un área que abarcaba parte de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE) y alta mar. Fue bordeando el norte de la zona que ellos reclaman, aproximadamente a 150 millas de las Islas Malvinas. Si eso es cerca, hay que ser muy precisos con eso y no decir ‘En las Islas Malvinas'».
En tanto, desde el ministerio de Defensa, desestimaron las versiones de que el submarino hubiese estado haciendo tareas de espionaje en las Islas Malvinas y no ahondaron en el contenido del informe entregado a los Diputados.
En la Jefatura de Gabinete de la Nación, en tanto, se limitaron a explicar que, ante preguntas de este tipo, el área que comanda Marcos Peña pide los informes correspondientes a cada uno de los ministerios implicados.
Y que son esas carteras las que tienen que dar las explicaciones.
«Una metida de pata siniestra»
Consultados sobre este informe, Carlos Zavalla, excomandate del ARA San Juan y a un familiar de una víctima con formación en la Marina, ambos se mostraron asombrados, tanto por la difusión del documento confidencial como por las coordenadas escritas a las que calificaron como «ilógicas» o una «metida de pata siniestra».
«Este documento no lo vimos los familiares. Nos contaron por escrito cuál era la OP. La exposición que nos hicieron coincidía con lo que me dijo mi hijo, pero no con estos datos corregidos. El área de patrulla real y correcta es la impresa y tachada. La otra manuscrita es imposible porque quedan las islas en el medio», dijo el familiar de uno de los 44 tripulantes del ARA San Juan.
En la misma línea opinó el excomandante del submarino que lleva más de 4 meses desaparecido: «Es una OP muy completa. Pero es evidente que hay un error. Hay una parte que está casi sobre Malvinas. Hay un error garrafal. La tachada es razonable».
«Como mínimo el límite este u oriental de esas coordenadas se debe corregir porque si no estamos violando todos los tratados, como el de Madrid, que se firmaron entre la Argentina y Gran Bretaña tras la guerra de 1982», detalló el familiar, y agregó: «El gran dato es que están las islas en el medio. Me llama la atención que nadie lo haya mirado, ni en la Marina, ni el ministerio de Defensa, ni en la Jefatura de Gabinete, antes de entregarlo. Se ve que lo agarraron y lo pasaron como lo tenían».
Como exintegrante de la fuerza, el familiar de un tripulante del submarino recordó: «Alguien iba a pasar unos días sin ir a su casa si pasaba un papel así con esas tachaduras, correcciones y errores. Pero entregarle a Presidencia un documento corregido a mano y mal corregido, es un problema».
Ambos entrevistados coincidieron en que este documento plantea dudas.
«Esto llama la atención. ¿Por qué lo corrigieron? Los números son raros, son casi iguales. Por lo menos hay que preguntar quién entregó ese documento ya que cometió, como mínimo, una desprolijidad ya que tiene datos erróneos», dijo el familiar.
En tanto, para Zavalla «es un disparate que el jefe de Gabinete conteste una pregunta de esta forma y entregando un documento así».
«Me avergüenza que hagan una cosa así. Distinto es que tenga la jueza este documento, que lo vean familiares o querellantes. Pero otra es que tiren así esta OP. El tipo que corrigió esto lo hizo para la mona. Es un error garrafal. Es una metida de pata siniestra», concluyó Zavalla.
(José María Costa/La Nación)