Según el informe preliminar de la autopsia tenía el cuello roto. Estaba desaparecida desde el viernes.
La mamá entró ayer por la tarde en la comisaría de la localidad tucumana de Monteros para denunciar que su hija, Gisella Tatiana Núñez Valdez, estaba desaparecida. A las horas, terminó reconociendo su cuerpo en una morgue. La había encontrado cuatro horas antes un grupo de trabajadores, al costado de la ruta 324 en el sur de la provincia.
La mujer explicó que la adolescente, de 17 años, había salido de su casa el viernes a la hora de la siesta para ir a dar una vuelta en bicicleta. Creyó que sería como otras veces ya que, según declaró, era normal que se ausentara un par de días. Pero nunca tanto como esta vez, por eso fue a pedir ayuda a la policía.
Si bien se esperan los resultados definitivos de la autopsia, el primer informe de los forenses determinó que el cuerpo presentaba hematomas y que tendría el cuello fracturado. No se pudo precisar todavía cuándo se produjo la muerte ni si fue víctima de un ataque sexual. Tampoco pudieron encontrar su bicicleta.
“Era muy dulce y por eso nadie quiere creer que haya sido asesinada. Espero que se encuentre al culpable”, dijo a La Gaceta Mario Ávila, uno de sus amigos y agregó: “Estos son crímenes que movilizan a la gente. Imagínese si ocurre en el campo donde no pasa nada”.
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