El tribunal de debate fue integrado por las juezas Gladys Olavarría, Mónica García y presidido por Daniela Arcuri; el Ministerio Público Fiscal fue representado por Cecilia Codina, fiscal general; en tanto que la defensa del imputado, Emilio Taher Abboud, la ejerció Rogelio Díaz, abogado particular del mismo. Asimismo se encontraban presentes en la sala familiares de la víctima acompañados por una profesional del SAVD.
Uno de los primeros testigos fue un comerciante propietario de un multirubro en km. 8 quién refirió su colaboración con la justicia al permitir que personal policial copiara una grabación de una cámara de seguridad de su negocio. En igual sentido otro comerciante dueño de un corralón en km. 8 igualmente prestó colaboración autorizando a que descarguen un video de una cámara que enfoca el portón de ingreso al predio.
Un sargento de la Brigada de investigaciones que realizó una edición de la cámara del corralón y observa que a las 04.15 del 16 de septiembre de 2016 pasa un automóvil, como el atribuido a Abboud, en dirección hacia Caleta Córdova.
Y a las 05.54 hs. un vehículo de similares características pasa en dirección opuesta. El vehículo se distingue por la falta de la taza trasera izquierda y por las características particulares de sus luces delanteras.
Seguidamente un ingeniero en sistemas perteneciente a la planta de la Municipalidad quién colaboró con la investigación al facilitar la descarga de videos de cámaras de caleta Cordova, las cuales se copiaron en un DVD.
Luego declaró su jefe quién realizó los contactos para concretar dicha copia. Otro de los testimonios receptados fue el de una suboficial integrante de la brigada de Investigaciones que realizó la edición de una cámara ubicada en las calles Gaona y Av. del parque, en km. 5, donde también registra un vehículo de similares características pasar con dirección norte y luego regresa.
La doctora en bioquímica Noelia Massari, perteneciente al Gabinete de Genética, del Laboratorio Regional de Investigación Forense, recordó que le fueron remitidas diversas muestras para peritar. El método de análisis consiste en la ampliación de los 21 marcadores del genoma humano. De tres de las muestras remitidas concluyó que el ADN estaba degradado o no correspondía a un humano.
El testimonio de la forense:
Eliana Bevolo, medica forense, recordó que el 17 de septiembre, siendo las 12.00 hs. le practicó la autopsia al cuerpo de la víctima, todavía NN masculino. Casi toda la superficie del cuerpo estaba carbonizada. Sus brazos tenían la “posición de pugilista” que se produce por el fenómeno de carbonización. Tenía también heridas contusas en su cabeza producidas en vida por un elemento romo. Por el calor se produjo el estallido de la cavidad torácica, sostuvo. Presentaba dos fracturas en el cráneo que el provocaron una “hemorragia subaracnoidea difusa” en el cerebro. La forense aseguró que la combustión del cuerpo fue producida post mortem; y la causa de la muerte fue por “traumatismo cráneo encefálico con hemorragia subaracnoidea y fractura de cráneo”.
Respecto de la pericia psiquiátrica obligatoria que se le practicara al imputado la forense concluyó que Abboud estaba “orientado en tiempo y espacio, enjuiciaba correctamente su situación y no presentaba síntomas de poseer enfermedades mentales que el impidiese comprender la criminalidad de sus actos”.