Un niño de 11 años fanático de los dinosaurios encontró el mes pasado restos fósiles de animales prehistóricos durante un paseo por el río Salado, en el distrito bonaerense de Junín, donde vive, y ahora enseña en su escuela a cuidar el pasado paleontológico de la ciudad.
Se trata de Guillermo Fariña, quien reside a dos cuadras del Salado, donde tan sólo en los primeros tres meses del año fueron hallados más de 300 restos fósiles de la megafauna que habitó la región hace más de 10 mil años.
La zona del río Salado dejó al descubierto el tesoro paleontológico que guardaba tras las inundaciones que afectaron la región en los últimos 3 años, y comenzaron a encontrarse restos de gliptodontes, tigres «dientes de sable»; stegomastodon (elefante de las pampas); macrauchenias, perezosos gigantes como el megaterio, equus neogeus, pariente del caballo actual y similar al mismo, y toxodon, entre otros.
Estos hallazgos generaron un «boom paleontológico» entre los pobladores de Junín, ya que eran ellos, en sus recorridas, paseos y pesca en el Salado los que descubrían los fósiles de esos animales, gran parte de ellos representados en la película infantil La Era de Hielo.
Uno de esos juninenses fue Guillermo, quien en marzo último cuando paseaba cerca del río con sus padres Rita y Miguel, observó un hueso que de inmediato le llamó la atención.
«Era un fémur de un toxodón», explicó a Télam Guillermo con sencillez y naturalidad, como si todos supieran lo que él sabe de ese animal prehistórico: que era una especie de hipopótamo gigante que habitó en esa región hace más de 10 mil años.
Rita Beltrando, su mamá, contó que «vivo hace 47 años aquí y nunca pasó esto de hallar restos. El nene encontró el hueso y enseguida dijo que era un fósil y lo convenció al hermano mayor, de 17 años, para llamar al Museo Legado de Junín y mandar foto del hueso».
Los especialistas del Museo confirmaron que era un fémur de toxodón y el resto fósil fue llevado allí para el análisis de los expertos.
Pero Guillermo explicó que también encontró vértebras de equus (antepasado del caballo) y en otra «expedición» al río participó junto un amigo y expertos del Museo Legado del Salado del hallazgo y rescate de restos de un colmillo de un «elefante de las Pampas».
«En la escuela primaria número 24 a la que va Guillermo, se enteraron que mi hijo había encontrado estos fósiles y su maestra me pidió que diera clases en el colegio, y junto a su amigo Martín De la Fuente dieron charlas primero a sus compañeros de curso y luego en otros grados», explicó Rita.
«Primero contamos qué tenían que hacer si encontraban algún resto fósil, que tenían que sacarle foto y no tocarlo ni intentar sacarlo de donde esté», contó a Télam Guillermo.
«Les cuento que hay que mandar esa foto a la página del Museo Legado de Junín, que son los que dirán de qué especie era; y también que es ilegal sacar los huesos», apuntó con seriedad el niño, que además de a sus compañeros de clase explicó sobre su hallazgo a los alumnos de 4to y 5to año de la escuela.
La mujer adelantó que las charlas de Guillermo y Martín continuarán «en el Salón de Usos Múltiples del colegio para más niños, y la idea es que la gente del Museo lleve también diapositivas y algunos huesos para ilustrar».
«Nos alegra y llena de orgullo lo de Guille porque nuestro objetivo primario es que se valore el patrimonio paleontológico de Junín y que las futuras generaciones, es decir los chicos, se enganchen en estos temas y a futuro continúen con la tarea que realizamos», dijo a Télam el director del Museo Legado del Salado, José María Marchetto,
Los juninenses aguardan la sanción de un proyecto de ley presentado en la Legislatura bonaerense por la diputada Laura Ricchini (Cambiemos) que busca declarar zona de reserva la ribera del río Salado, ambas márgenes del curso fluvial en su paso por Junín, desde las lagunas Gómez hasta El Carpincho, para preservar su material geológico y paleontológico.