El papa Francisco recibirá «en estricta confidencialidad» en el Vaticano a los obispos de la Conferencia Episcopal Chilena del 15 al 17 de mayo para analizar la «responsabilidad» en los casos de abusos sexuales de parte de sacerdotes y promete «cambios adecuados y duraderos» en la Iglesia local.
Las reuniones podrían determinar la remoción a mediano plazo de al menos tres obispos relacionados con el párroco Fernando Karadima, condenado por abusos sexuales en 2011, y del nuncio apostólico Ivo Scapolo, según fuentes eclesiásticas.
El pontífice, «interpelado por las circunstancias y los desafíos extraordinarios que plantean los abusos de poder, sexuales y de conciencia, ocurridos en Chile a lo largo de las últimas décadas», tendrá las reuniones con 31 obispos y otros 2 eméritos en un salón del Aula Pablo VI, informó hoy el Vaticano en un comunicado.
El inédito encuentro con el pleno de la jerarquía eclesiástica chilena se da luego del escándalo durante la vista del último enero a ese país de Francisco, quién sostuvo y respaldó al obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir los ataques sexuales de Karadima.
La publicación chilena La Tercera confirmó hoy que Barros formará parte de la delegación, mientras que el cardenal y arzobispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, finalmente no llegará a Roma «por motivos de salud».
En abril pasado, Jorge Bergoglio reconoció en una carta a los obispos chilenos sus errores en el caso Barros y luego recibió en el Vaticano a los tres principales denunciantes del obispo, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y Juan Carlos Murillo, víctimas de Karadima.
La reunión, adelantó la Santa Sede, buscará «el estudio de los cambios adecuados y duraderos que impidan la repetición de actos siempre reprobables».
Francisco considera «necesario examinar en profundidad» las causas y consecuencias de los abusos, así como los mecanismos que han llevado en algunos casos a su encubrimiento y a las graves omisiones hacia las víctimas, planteó la Santa Sede.
El Papa dio un notorio giro en su posición sobre el caso Barros, a quien le había rechazado la renuncia dos veces, luego de enviar a Chile un equipo del Vaticano para recoger testimonios de las víctimas de Karadima que acusan al obispo de Osorno,
«A lo largo de los encuentros, el Papa Francisco compartirá sus conclusiones personales derivadas de la reciente misión especial a Chile confiada a S.E. Mons. Charles Scicluna, Arzobispo de Malta, y al Rev.do Jordi Bertomeu, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, completadas además con los numerosos testimonios orales y escritos que Su Santidad continuó recibiendo en las últimas semanas», sostuvo hoy la Santa Sede.
La reunión buscará, además, dar un gesto fuerte de renovación de la Iglesia en Chile, donde los sucesivos escándalos golpearon la imagen de la institución.
«Es fundamental restaurar la confianza en la Iglesia», reconoció en esa línea el Vaticano al dar hoy la hoja de ruta de los encuentros, en los que los obispos y el papa buscarán el perfil de pastores «que sepan acompañar el sufrimiento de las víctimas y trabajar de manera decidida e incansable en la prevención de los abusos».
Antes de la reunión, los obispos chilenos manifestaron este viernes en un comunicado «el dolor y vergüenza expresados frente a los delitos cometidos contra menores y adultos en ambientes eclesiales».
«Reconocemos que, a pesar de las acciones realizadas estos años por la Iglesia, no siempre se ha logrado sanar las heridas de los abusos, las que siguen siendo una llaga abierta en los corazones de las víctimas y para el Pueblo de Dios», plantearon.
En ese marco, se hicieron eco del encuentro de Bergoglio con las víctimas de Karadima y consideraron ese gesto como «el camino que la Iglesia chilena está llamada a seguir ante las denuncias de abuso de conciencia, abuso sexual y, en definitiva, frente a todo abuso de poder que pueda ocurrir al interior de nuestras comunidades».