La justicia de Mendoza sobreseyó a cinco jugadores de la Unión Rugby de Cuyo que habían sido acusados de «abuso sexual» por una joven en 2016 porque, según fuentes judiciales, no se pudo probar que la denunciante haya estado inconsciente durante el acto.
El juez de Garantías David Mangiafico tras casi un año y medio de investigación, dictó el sobreseimiento para Ignacio Ceschín, Sebastián Vanín, Ignacio Biffi y Enzo Falaschi, quienes estuvieron imputados por abuso sexual agravado por acceso carnal, así como el manager José Hervida, imputado por abuso sexual simple.
El incidente ocurrió el 23 de diciembre del 2016 en una fiesta privada celebrada en la casa del manager del equipo, en la localidad mendocina de Chacras de Coria, donde el equipo de la Unión Rugby de Cuyo (URC) festejaba el triunfo en el Seven de la República.
Dos días después, la joven que también era jugadora de rugby, Gianina Antonella Greco Petry, denunció a la Justicia haber sido víctima de abuso sexual, aunque sin recordar por quienes ni como.
Los resultados del Laboratorio de Genética Forense determinaron la existencia de rastros de semen de dos de los siete rugbiers imputados, Vanin y Ceschín «en las prendas de ropa, una bombacha y un vestido de Greco Petry”, según consta en el dictamen del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial.
Esos rugbiers habían declarado y admitido haber tenido relaciones sexuales con la joven pero «consentidas».
El fiscal Sebastián Ríos adelantó que en el fallo que no se puede probar que la denunciante haya estado inconsciente durante las relaciones sexuales, tal como ella declaró.
“En la fiesta había unas treinta personas, muchas de ellas mujeres, y nadie la vio en estado de inconsciencia. Tampoco las pericias marcan esta situación y, al otro día estuvo muy activa”, dijo Ríos.
El fiscal tomó como dato que ni “su hermana ni su amiga (que la acompañaban) tampoco la vieron inconsciente».
Durante la investigación otros dos jugadores de rugby también acusados en un principio, ya habían sido sobreseídos.