Desde los hinchas a los dirigentes, el técnico argentino es cuestionado por diferente motivos.
A partir del segundo gol de Croacia, Jorge Sampaoli comenzó a recibir insultos y cánticos duros de un grupo de hinchas descontentos con las medidas tomadas por el técnico argentino. No son los únicos disconformes con el hombre nacido en Casilda, en la provincia de Santa Fe. Un grupo de dirigentes que vio el partido en el estadio de Nizhny Novgorod también empezó a preguntarse sobre las responsabilidades de Sampaoli en el fracaso parcial argentino en Rusia, que se volverá total si no logra superar la primera ronda.
En las opiniones de los hinchas y de los dirigentes hay grandes diferencias por el nivel de información que manejan.
Los fanáticos que insultaban a Sampaoli mientras la Selección se desinflaba frente a Croacia, le cuestionan nombres y cambios. Le objetaban por qué había puesto a Caballero, y no a Franco Armani. O por qué había dejado en el banco a Pavón.
Entre los dirigentes que conocen números y contratos, el punto de crítica va más allá de los errores tácticos. Muchos se preguntan si los siete millones de dólares netos, libres de impuestos, que se lleva Sampaoli al año (cinco para él, dos millones para el resto del cuerpo técnico), no hubiesen permitido contratar a un entrenador con mayor experiencia en mundiales. Para mayores datos, uno de los dirigentes que frecuentan la AFA todas las semanas aseguró que esa cifra que gana Sampaoli es libre de impuestos. Y que la opinión de Messi fue fundamental para contratarlo.
Es cierto que Sampaoli traía consigo la experiencia exitosa con la selección chilena en la Copa América de 2015, pero tras la derrota decepcionante en Nizhny Novgorod, hinchas y dirigentes solo piensan en que el martes puede ser el último partido en Rusia 2018. Para males mayores, una respuesta del Kun Aguero tras el partido «que (Sampaoli) diga lo que quiera», refleja que en el vestuario las cosas tampoco están fáciles.
En los pocos días que restan para enfrentar a Nigeria, Sampaoli debe reogarnizar el vestuario y el equipo para evitar una caída del fútbol argentino que será estruendosa. Tiene al mejor jugador del mundo y delanteros cotizadísimos en el fútbol mundial, pero puede despedirse en medio de un papelón.
Un presente muy complicado para el técnico que dejó el Sevilla pensando en llevar a la Argentina a otra final. Ahora está cerca del final, pero el Mundial recién empezó.
Fuente: infobae.com