Las compañías petroleras comenzaron esta mañana con los aumentos programados de naftas de este mes, aunque fueron más altos de lo que estaba pautado: YPF remarcó el precio en estaciones de servicio un 5%, a pesar de que el acuerdo de todo el sector petrolero hace dos meses preveía un incremento de 3%.
Para justiciar el sobre aumento, las empresas se apoyaron en dos variables: que desde el cierre del acuerdo de precios a fines de mayo, el dólar y el valor del barril de petróleo crudo crecieron, por lo que un 3% era un reajuste insuficiente. Las otras firmas seguirán el mismo camino de subas, mientras esperan volver a sentarse a discutir un nuevo pacto con el Gobierno nacional.
YPF, cuya propiedad es mayoritariamente estatal, dio el puntapié este domingo con incrementos de precios de 5%. Fuentes del sector aseguraron que el resto de las empresas del sector aplicarán aumentos también en estos primeros días del mes. La particularidad es que el incremento fue mayor al que habían firmado con el entonces ministro de Energía Juan José Aranguren.
De acuerdo a fuentes del sector petrolero consultadas, YPF evaluó que «desde que se firmó el acuerdo las condiciones cambiaron. El dólar y el barril de petróleo aumentaron y subir las naftas 3% no tenía sentido». El presidente de YPF, Miguel Gutiérrez, ya se había reunido con el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne. Por eso, evaluaron para el Gobierno «no fue sorpresa el alza de 5%».
Con el recambio en las autoridades de Energía, las empresas esperan rediscutir un nuevo acuerdo macro que establezca cómo subirán las naftas en los próximos meses. «Por el perfil de (el nuevo ministro de Energía, Javier) Iguacel, es probable que el Gobierno no libere los precios y busque llegar a un acuerdo para los próximos meses, pero hasta tanto no se estabilice el dólar va a ser difícil hacer proyecciones de costos», explicó una fuente de una compañía petrolera. Incluso desde el sector privado advirtieron que «los valores de los combustibles siguen estando muy atrasados, si no se recomponen los precios va a ser difícil sostener la actividad».
Desde fines de mayo, cuando tuvo lugar el último acuerdo de precios con el ahora exministro Aranguren, el precio internacional del barril de petróleo creció 7 dólares, lo que representa un incremento para la estructura de costos de las empresas. Al mismo tiempo, al tratarse de un bien atado a la cotización de la divisa norteamericana, la devaluación se convierte en un factor determinante para el precio de los combustibles. En ese mismo lapso,el tipo de cambio avanzó más de 4 pesos desde niveles cercanos a $25,57 a quedar por encima de los $29,60.
TN