El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) denunció «presiones» a trabajadores que están llevando adelante un cese de actividades dispuesto por el gremio para los buques congeladores de altura merluceros y langostineros. La medida de fuerza se realizó con un «alto» nivel de adhesión, según reportó el organismo sindical que lidera Raúl Durdos en un comunicado de prensa.
«Estas prácticas desleales las rechazamos de base y avisamos que este gremio acompañara y defenderá a los compañeros, interponiendo todos los recursos legales que se requieran y las denuncias pertinentes», señaló el sindicalista. «La parte empresaria se niega a conceder lo solicitado por este gremio y ha empezado a tomar represalias contra nuestros compañeros, amenazándolos, haciendo uso de viejas artimañas como bajarlos de oficio», denunció.
En este sentido, el secretario general del gremio agregó que «están tratando de esta manera (los empresarios) que los compañeros suelten amarras de los buques que están en puerto, para así llevarlos a trabajar por el sueldo básico miserable de 4.730 pesos, mantener el 78 por ciento del precio dólar y el bajo salario de los buques merluceros».
«Quieren que las Empresas sigan negreando a la gente de la forma más vil como es jugar con la necesidad del compañero», insistió el líder de SOMU, gremio que integra la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA): ambas instituciones ya manifestaron su solidaridad con el reclamo.
El cese de actividades fue impulsado por el SOMU tras el vencimiento de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, sin haber podido llegar a un acuerdo con la parte empresaria. La medida, que se está cumpliendo con «alto acatamiento» en todo el país, según el propio Durdos.
En ese sentido, afecta a embarcaciones agrupadas en la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) y del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), como así también a compañías independientes.
El Intransigente