Las mujeres tienen la capacidad de dar la vida, excepto si existe un problema de infertilidad; pero no olvidemos que la maternidad no es una condición atemporal: caduca, y la cuenta atrás comienza incluso antes del nacimiento.
Los óvulos no se renuevan, sino que las mujeres nacen con una reserva de todos los que podrán emplear en su vida fértil, y la cantidad va disminuyendo día a día. Cuando el embrión femenino cuenta con tan solo 12 semanas, comienza a fabricar óvulos, y en solo 3 meses habrá logrado producir de 5 a 6 millones de huevos. Finalmente, cuando esa mujer llega a la pubertad, contará con entre 400.000 y 500.00 ovocitos, tal como apunta la Unidad de Baja Respuesta Ovárica de la clínica de Reproducción Asistida Insituto Bernabeu
Una vez comienza a tener la menstruación, la mujer comenzará a perder óvulos progresivamente. Pese a que solo se ovula un ovocito al mes, una mujer perderá entre 16 y 24 cada día. Además, el cuerpo programa la liberación de los ovocitos de mayor calidad biológica, por lo que los óvulos van siendo de peor calidad con el paso de los años. Y el hecho de que las mujeres decidan ser madres cada vez a una edad más tardía no ayuda.
¿Te has preguntado alguna vez por qué hay tantos casos de embarazos no deseados durante la adolescencia? En esta etapa, la fertilidad es mayor y también lo es la calidad de los óvulos que hay en la reserva. A su vez, el porcentaje de abortos y anomalías en el embarazo es mayor conforme aumenta la edad de la madre potencial, dado que, por así decirlo, van quedado disponibles los de menor calidad.
La maternidad: una carrera de fondo
Los condicionantes biológicos de las mujeres combinados con las necesidades personales y laborales, que hacen que retrase el momento de tener hijos, convierten a la maternidad en una carrera de fondo.
Los científicos están de acuerdo en que la fertilidad femenina comienza a disminuir paulatinamente de los 25 años en adelante, y cae en picado a partir de los 35 años; irónicamente, este es también el momento favorito por muchas mujeres para decidir ser madres por primera vez, cuando, sin saberlo, han gastado sus mejores ‘cartuchos’ en lo que a fertilidad se refiere. Entonces, para aquellas cuyo sueño es dar a luz, ¿cómo hacer frente a esta descorazonadora paradoja de la naturaleza?
IBGen FIV: La farmacogenética llega para perfeccionar la reproducción asistida
Afortunadamente, la Medicina moderna puede dar respuesta a las necesidades de aquellas mujeres que, no solo han decidido retrasar el momento de ser madres, sino que están pasando por un momento que puede poner en riesgo su fertilidad, como un tratamiento de radioterapia o quimioterapia, por ejemplo. Para ellas, la Reproducción Asistida ofrece soluciones cada vez más personalizadas.
Hay que tener en cuenta que la genética, y también el ambiente, juegan un papel en la reserva fértil con la que cuenta una mujer: los óvulos y su cantidad no son los mismos en mujeres de la misma edad. Ahí entra en juego la farmacogenética. Los investigadores, buscando conseguir la mejor respuesta de los ovarios, asocian un tipo de fármaco y su dosis a la respuesta de los óvulos de la mujer, para optimizar la recogida de ovocitos; una técnica que han denominado IBGen FIV. Así, el Instituto Bernabeu desarrolla protocolos de estimulación conforme a las peculiaridades de cada paciente.
¿Cómo puedo ampliar mis probabilidades de ser madre?
Como decíamos, pese a que para todas las mujeres la fertilidad va disminuyendo con la edad en esta carrera de fondo que es la maternidad, no todas presentan, en el inicio de la cuenta atrás, la misma cantidad y calidad de ovocitos, ni los pierden al mismo ritmo. Aunque la genética también juega un rol, factores ambientales como el tabaco, el alcohol y los trastornos alimenticios afectan negativamente a la reserva ovárica.
Pero, sin duda, el factor que define la fertilidad de una mujer es su edad. Para aquellas que decidan retrasar conscientemente el momento de tener hijos, la congelación de óvulos y criopreservación de gametos son técnicas que permiten preservar la capacidad fértil y la calidad biológica de los 25 años, por ejemplo, en un embarazo de más de 35. El Instituto Bernabeu es puntero, también, en ambas técnicas.
No hay por qué renunciar al sueño de ser madre. Una vez, más, frente a las limitaciones de la biología, la Medicina moderna puede seguir ganando la partida, y cada vez de maneras más innovadoras.
Fuente: Muy Interesante