La mujer que pegó bengalas al cuerpo de su hijo menor para esconderlas e ingresarlas a la cancha de River seguirá en libertad pero con una pena de 2 años y 8 meses de prisión en suspenso tras un juicio abreviado que acordó su defensa con la fiscal Adriana Bellavigna.
La fiscal dispuso que la mujer deberá abstenerse de concurrir con el nene a cualquier evento deportivo masivo, someterse a un tratamiento psicológico y realizar 48 horas de tareas comunitarias. De todas formas, el juicio abreviado debe ser homologado por la jueza María Julia Correa.
El caso cobró notoriedad luego de que se viralizara en redes sociales el video en el que se ve a la mujer mientras adhería los dispositivos pirotécnicos al abdomen del menor, de unos 6 años. Ante esos hechos, la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 6 de la Ciudad actuó de oficio.
La mujer había sido detenida este domingo por determinación de la jueza Correa, a cargo del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°28: era, hasta anoche, la única persona que continuaba privada de su libertad en el contexto de la tan anunciada -y malograda- Superfinal entre River y Boca, cuyo partido de vuelta aún no tiene fecha. Es más, no está resuelto si se jugará.
La detención se produjo luego de una investigación de la que participaron la fiscalía N°6, encabezada por Adriana Bellavigna, y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales de la Ciudad (CIJ): el objetivo era dar con la identidad de la mujer que se veía en el video.
Para eso se usó software de tratamiento de imágenes y se cruzó esa información con datos obtenidos a través de redes sociales. De esa manera, los investigadores dieron con la madre del menor, y la detuvieron el mismo domingo de la final postergada. Fuentes de la investigación confirmaron que ayer hubo un allanamiento en la casa de la mujer, en Villa del Parque, en busca de pirotecnia. El menor, según pudo averiguar Clarín, permanece con su papá y sus tres hermanos.
“Lo que se ve en el video son cascos de bengala, sin capacidad de hacer daño ni prenderse fuego”, dijo este lunes el abogado de la imputada, Carlos Broitman, en declaraciones a la prensa.
“Son una familia de clase media a media baja, sin ningún tipo de antecedentes de este tipo. Les gusta el fútbol y son fanáticos de River, pero no son de Los Borrachos del Tablón”, señaló el letrado en referencia a los barrabravas del club de Núñez.
Broitman suele aparecer en casos de gran repercusión pública: fue también abogado de Ibar Pérez Corradi en la causa por el Triple Crimen de General Rodríguez, y de Henry de Jesús López Londoño, el narco colombiano conocido como “Mi Sangre”.
Había fuertes sospechas de que, aunque no pertenece a la barra, la mujer sí tiene contactos cercanos con miembros de líneas secundarias de Los Borrachos, a uno de cuyos jefes le encontraron este viernes, en su casa, 300 entradas oficiales y siete millones de pesos.
Qué hubiera pasado con el menor si la madre hubiese quedado presa
“Toda vez que existe una vulneración de derechos de un niño o niña y se hace una denuncia, comienzan a intervenir los organismos de protección para evaluar la situación de los menores involucrados”, explicó a Clarín Yael Bendel, asesora general del Ministerio Público Tutelar de la Ciudad. Se trata de uno de los organismos que intervino en el caso del menor al que su madre le pegó bengalas en el torso en la entrada del Monumental.
En el caso del menor, cuya identidad permanece en reserva por una medida cautelar presentada ante la Justicia para preservar su privacidad, también interviene el Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad.
Ante la consulta respecto de qué pasaría en el caso de este menor, Bendel respondió en términos generales para atenerse a la privacidad del caso: “En cada caso se evalúa la situación de cada niño en relación a su familia más directa y a la familia ampliada. Los organismos de protección contemplan muchos tipos de medidas, que van desde el tratamiento psicológico de los niños y sus familias, hasta hacer que esos niños vivan con su familia ampliada si no pueden estar con sus familiares más directos”.
“En última instancia, hay casos en los que se puede contemplar una medida excepcional, que implica separa al niño de su núcleo familiar y derivarlo a un hogar del Estado, pero antes se evalúan otras posibilidades”, añadió.
Fuente: Clarín