Hay veces en que las crisis de una región coinciden con el desarrollo de otras, aunque haya 5.045 kilómetros en el medio. El colapso político y económico de Venezuela tiene en estos años consecuencias beneficiosas sobre la explotación del yacimiento no convencional de Vaca Muerta, en Neuquén.
Es que entre los 120 mil inmigrantes venezolanos que llegaron al país en los últimos cuatro años, hay casi 14 mil ingenieros, según informó a Perfil la Dirección Nacional de Migraciones. Más del 10% están especializados en petróleo, aunque en el polo productivo al que más atención le presta el Gobierno precisan todas las variantes de la profesión. Entre los más de 400 que calculan que ya se instalaron en Neuquén, hay diferentes casos, como el de José Molina, que después de dos años en relación de dependencia fundó su propia pyme, el de José Mierez, que es gerente de una empresa de servicios petroleros, o el de Raúl Acosta, que llegó en abril del año pasado y pasó cinco meses trabajando en una cafetería hasta que consiguió un puesto en el petróleo.
Hay casos menos exitosos: ingenieros que lavan autos o venden en ferias. “La migración venezolana es, en líneas generales, joven, pujante e instruida. Es una migración calificada que tiene una tendencia muy interesante a regularizarse, por lo que se trata de una transferencia de gran nivel”, aseguró el director nacional de Migraciones, Horacio García. Y remarcó la intención del Ministerio del Interior de orientar la ola de migrantes desde la capital y el Conurbano hacia las provincias: “En la Argentina hay demanda insatisfecha de médicos, ingenieros, oficios y personal para el corredor frutihortícola. La idea es conjugar la demanda insatisfecha que recibimos de las provincias con la oferta laboral de los migrantes que nos dicen cuál es su fuerza disponible para trabajar”.
Boom. La llegada de los profesionales venezolanos creció de forma exponencial el año pasado. Entre 2015 y 2017 habían llegado 7 mil, y esa misma cantidad se sumó solamente en 2018. Ese flujo llevó a que se conformara una Asociación de Ingenieros Venezolanos en Argentina (AIVA), que tiene casi 23 mil seguidores en su cuenta de Instagram. “Primero nos reunimos con un grupo de colegas y empezamos a pasarnos ofertas laborales en grupos de WhatsApp, pero nos quedamos cortos y tuvimos que agrandarnos”, cuenta la referente de la entidad, Carmen Rodríguez, de 39 años.
“Son gente que viene con una mentalidad abierta y que buscan poder cubrir sus gastos básicos, por más que el trabajo que consigan no sea del todo acorde a su perfil”, asegura José Mierez, ingeniero venezolano que llegó al país hace 13 años y que ahora se desempeña como gerente en una empresa de servicios petroleros. “Conozco casos de profesionales que tenían un cargo de mucha jerarquía en Venezuela y aquí son ingenieros rasos, y otros que están trabajando de lavar carros”, apunta. Y da una advertencia para los que planean buscar suerte en Neuquén: “Yo a todos les digo que aquí la cosa está parada y que ésta es una ciudad muy cara. Muchos piensan que ésta es la tierra de las oportunidades y que en pocos días van a conseguir trabajo. Pero ese panorama es mentira. El petróleo todavía no se ha reactivado totalmente”.
En la Argentina, el piso es de 50 o 60 mil pesos, unos US$ 1500, y puede ascender a cerca de los 100 mil pesos en cargos con responsabilidades mayores. “No hay punto de comparación”, remata Mierez. Por eso se da una predisposición alta entre los inmigrantes a aceptar puestos con salarios menores a los que cobran los argentinos. Eso puso en alerta al Colegio de Ingenieros de Neuquén, que reclama que los profesionales validen su título ante el Ministerio de Educación para poder ejercer la profesión.
Ingresos. Según los petroleros venezolanos, en su país el salario de un ingeniero junior puede llegar a los cuatro dólares al mes y el de un senior a los 12. En la Argentina, el piso es de 50 o 60 mil pesos, unos US$ 1500 Según un censo realizado por la AIVA, el 85% los ingenieros venezolanos en el país todavía está en el área metropolitana de Buenos Aires. Pero el 80% se muestra dispuesto a movilizarse por las provincias para ejercer su profesión, incluso dispuestos a soportar el brusco cambio de temperatura que les representa instalarse en la Patagonia. Entre la masa de 14 mil, el 29% tiene entre dos y cinco años de experiencia y el 26% tiene entre cinco y diez años. “La ventaja que tienen los ingenieros argentinos es que aunque sean jóvenes suelen tener experiencia porque antes de la llegada de los venezolanos aquí había escasez”, opina Carmen Rodríguez. En el versus entre profesionales, el emprendedor José Medina suma: “Los argentinos dominan mucho las áreas tecnológicas y electrónicas. Pero los venezolanos nos diferenciamos porque la tecnología petrolera llegó antes al país. Y en general en la región de Vaca Muerta hace falta personal con esa experiencia, por eso tenemos cabida”.
Alerta entre los profesionales neuquinos
Los ingenieros neuquinos están en alerta ante el boom de venezolanos que llegan para trabajar en Vaca Muerta. El secretario del Colegio de Ingenieros de la provincia, Juan Carlos Roca, se muestra preocupado por los profesionales que no revalidan sus títulos ni tienen matrícula para ejercer. “El problema es la responsabilidad, porque en el petróleo hay instalaciones complejas y cada tanto hay complicaciones. Puede volar una instalación o reventar un pozo, y tiene que haber un profesional responsable”, advierte Roca. Y señala otra arista del conflicto: “En muchos casos, los inmigrantes aceptan trabajar por salarios con valores inferiores”.
También dice que hay una “interna” dentro de la propia colectividad entre los que llegaron antes de 2015 y la nueva ola. “Los que vinieron antes tienen un nivel y un know how muy importante, entre los más nuevos hay de todo”, sostiene. En el marco de ese conflicto, el Colegio de Ingenieros firmó un convenio con el sindicato de Petroleros Privados para detectar a los extranjeros que trabajan en Vaca Muerta, pero no tienen sus títulos homologados. También impulsan un acuerdo similar con el gremio de Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo. Roca asegura que entre los extranjeros que llegan a Neuquén, además de venezolanos, hay una gran cantidad de colombianos y mexicanos. El texto que suscribieron los sindicalistas y los ingenieros apunta que los profesionales que trabajan sin la documentación requerida “producen un grave perjuicio a los egresados”.
El Comodorense