Las pruebas aportadas en la causa documentan dos reuniones en Pinamar entre Carlos Stornelli y Marcelo D’Alessio. Otro audio y una captura de Whatsapp revelan que supuestamente el fiscal le pidió al abogado pastillas para «plantar» en un operativo.
La investigación de la extorsión a la que fue sometido el empresario Pedro Etchebest suma más y más elementos que parecen vincular a Carlos Stornelli con el operador Marcelo D’Alessio. El fiscal aduce que conoce desde hace poco a D’Alessio y que la relación es más bien lejana. Sin embargo, se reunió tres horas con él en un balneario de Pinamar el 7 de enero pasado.
El encuentro se coronó con un paseo de ambos en la camioneta del operador. Un audio de D’Alessio –al que tuvo acceso exclusivo PáginaI12– da cuenta de una segunda reunión en Pinamar, el 20 de enero, algo que seguramente debe motivar más medidas de prueba del juez que investiga la maniobra, Alejo Ramos Padilla. Y no menos curioso es otro audio y una captura de Whatsapp, enviado por D’Alessio, en el que supuestamente el fiscal le pide pastillas para “plantar” en un operativo anti-drogas.
Si no existiera la relación, tampoco se entendería el gravísimo pedido del fiscal a D’Alessio para que le haga una cámara oculta a un abogado, José Manuel Ubeira, que defiende a uno de los imputados en la causa de las fotocopias de los cuadernos (ver aparte). Todas esas evidencias por lo menos ameritan una mirada sobre el vínculo D’Alessio-Stornelli. No menos asombroso es que transcurridos cinco días de la denuncia por el pedido de coima, Stornelli no haya presentado a su vez denuncia contra D’Alessio si, como dice, no tiene vínculos con él y el operador pidió 300 mil dólares en su nombre.
Según informó Página 12, Stornelli arrancó defendiéndose de distintas maneras, pero fundamentalmente diciendo que era una “operación” política porque él está avanzando mucho en el expediente de las fotocopias. Aún así, el mismo viernes debió presentar la denuncia contra su operador porque D’Alessio admitió que le pidió dinero al empresario Etchebest con el burdo argumento de que fue “para saber de dónde saca la plata”. Es decir que alguien con quien tuvo trato reconoció que extorsionó y Stornelli no movió un dedo.
Ante el escándalo, Stornelli también reaccionó contradiciéndose en forma permanente durante el viernes. Por la mañana dijo que sólo lo había visto dos veces a D’Alessio mientras que a la noche, en TN, admitió que lo conocía desde hacía tres o cuatro meses y que le trajo a un denunciante. Por supuesto, se dio cuenta de que en la denuncia había bastantes pruebas y tuvo que rectificar el rumbo de forma urgente.
Las respuestas no resisten el menor análisis. Hay decenas de intercambios de Whatsapp, audios y están las imágenes del encuentro del 7 de enero en Pinamar, incluyendo el paseo posterior en la Range Rover de D’Alessio.
Otro de los videos que constan en la causa es de D’Alessio dentro de la fiscalía de Stornelli, asistiendo a la declaración del arrepentido de Pdvsa, Gonzalo Brusa Duvat. D’Alessio no tiene la matrícula vigente, de manera que estaba allí de manera irregular: nadie puede estar durante la declaración de un testigo–arrepentido y menos todavía si ni siquiera tiene matrícula.
El Patagónico