Luisa Vergara es una vecina del barrio Usina que llegando a los 90 años decidió retomar los estudios, ya que de chica no tuvo la oportunidad de poder aprender a leer ni escribir. Un verdadero ejemplo de vida.
La Abuela Luisa, recibió amablemente en su casa a InfoChucao y pudimos entrevistarla para conocer su historia: “Yo no fui a la escuela por que vivíamos lejos y antes los padres no se preocupaban mucho porque uno estudiara, así que ya de grande decidí ir a la Escuela para Adultos . Mi primera maestra se llamaba Anita, y ella tenía mucha paciencia conmigo…” recuerda.
“Yo casi terminé la escuela, pero sigo yendo igual porque me gusta aprender más, además es una compañía y siempre digo que voy a seguir yendo hasta que me echen” agrega entre risas.
Luisa nació en Jacobacci un 17 de marzo del año 1927, pero desde pequeña vino con su familia a la Comarca: “Vivíamos en el Mallín, porque acá en Bolsón, no había prácticamente nada, no había agua, no había luz, ni siquiera caminos».
Enviudó de joven con el menor de sus hijos de tan solo meses de vida y recuerda que cuando quedó sola, quedó con 5 chicos, que los hacía juntar mosqueta para poder comprarse zapatillas e ir a la escuela.
«En ese entonces no teníamos reloj y muchas veces en invierno, nos levantábamos para llevar a los chicos a la escuela y yo irme a trabajar y como estaba oscuro, llegábamos y por ahí eran las 4 de la mañana, así que nos abrían y nos secábamos y calentábamos al fuego hasta que se hacían las 8 de la mañana”.
La abuela Luisa, este domingo cumple 93 años y espera a sus hijos, nietos y bisnietos para poder festejarlo.
Nuria Mansilla, una nieta destaca que “la abuela nunca se levanta de mal humor y siempre está con una actitud positiva. Cuando salimos a pasear siempre le ve lo lindo al pueblo». Luisa además, es la bisabuela de Fernanda Cortez, quien fue Reina Nacional del Lúpulo, y con quien hacen «una hermosa dupla» nos cuenta Nuria.
La escuela no solo le enseñó a leer y a escribir, sino también algo que es sumamente importante para los adultos mayores, todo lo que es manejo de dinero, billetes, y cuánto le tiene que dar de vuelto cuando compran o pagan.
Quizás su secreto para estar tan plena a los 92 años, es estar siempre activa, ya sea en su jardín, su huerta, pintando o tejiendo, o haciendo sus deberes de la escuela. Durante toda la vida comió siempre de todo nos dice Luisa, pero seguro la clave está en su permanente actitud positiva ante la vida.
A modo de cierre de esta nota, la abuela Luisa deja un mensaje para todos aquellos que no pudieron terminar sus estudios:
“Dejen de lado la vergüenza y anímense a volver a estudiar”.
InfoChucao